Escrita por: Hei_BK201



Hola a todos. 
Dentro del anime, cada cierto tiempo aparecen "rarezas" que se escapan de los clichés convencionales del género, aunque sin asegurar que sean de buena o mala calidad; de estas, varias corresponden a adaptaciones de mangas antiguos y muy poco conocidos (al menos acá en occidente); la combinación de ambos factores lleva a que estas obras pasen desapercibidas en su momento. Hoy vengo a hablar sobre una de ellas, a la cual le pasó precisamente lo que acabo de indicar; de paso intentaré explicar -en mi opinión- si realmente merece ser ignorada o no.


[Ficha técnica] 
Estudios: Shin-Ei Animation
Año de emisión: 2017
Nº de capítulos: 12
Géneros (según Myanimelist): Comedy, Drama, Seinen
Link de MyAnimelist con información adicional


[Argumento] 
La serie nos presenta a Fukuzou Moguro, un misterioso sujeto con apariencia de vendedor itinerante, quien aparece delante de personas que tienen problemas de toda índole, desde reales preocupaciones hasta simples caprichos. Él les ofrece una solución temporal sin nada a cambio; solo con una clara advertencia: lo que entrega es una salvación momentánea, mientras ellas buscan una definitiva. Pero al final todos sus "clientes" terminan olvidando (o ignorando) las condiciones del trato, por lo que las cosas no terminan bien para ellos. 


Como explica el mismo Moguro al comienzo de cada episodio, el "negocia" con los deseos de las personas, dándoles lo que más desean en un momento determinado.

Así, la obra se divide en 12 episodios con 2 historias autoconclusivas en cada uno, lo cual da un total de 24 de ellas, y en todas se puede apreciar la estructura ya mencionada, sin variaciones. Lo bueno es que aquellas en sí duran aprox. 12 minutos c/u, lo cual contribuye a que se sientan concisas y dinámicas, cosa que podría no ocurrir si tuvieran la extensión de un episodio normal; lo malo es que, como se dijo antes, TODAS presentan un desarrollo similar: nuestro protagonista presenta a su "cliente" respectivo, se encuentra con él, averigua sobre la problemática correspondiente, le da una solución momentánea con la debida advertencia, el usuario ignora la advertencia y al final recibe un castigo por parte de Moguro. En ninguna de las historias esto varía; por ejemplo, no hay alguna con final feliz donde la persona ayudada encuentre una solución propia. Obviamente esto resulta un punto negativo para la obra, puesto que hace predecible la conclusión de las historias presentadas.

Pero quitando lo anterior, acá se puede observar una evidente crítica a la sociedad japonesa y/o a las personas en sí; estas últimas en cuanto buscan soluciones fáciles y rápidas a las adversidades, lo cual ofrece Moguro en primera instancia. Toda la obra deja el mensaje de que para resolver los conflictos no existen milagros ni caminos simples, sino que las cosas deben arreglarse con esfuerzo y dedicación. Aún hoy en día se pueden observar aquellas salidas rápidas para ciertas problemáticas (un ejemplo son los créditos bancarios), pero dependerá de la persona si vuelve a hundirse o sale adelante; al menos en el caso de Salesman New lo segundo nunca le ocurre a los protagonistas de las respectivas historias.

Por otra parte, y si bien corresponde a la adaptación de una obra antigua, la serie presenta algunas historias adaptadas a la época actual, que giran en torno a conceptos como el uso de smartphones o idols (¿?). Al respecto, aquellas presentan una variedad aceptable, y el resultado final en algunas de ellas resulta de lo más curioso, por lo que al menos en ese aspecto serían interesantes.
  

[Personajes]
Acá no hay mucho que decir, puesto que Salesman es otra de esas series donde el personaje principal se roba la pantalla. Y es que Moguro resulta tremendamente carismático a pesar de su poca profundidad. Esto en parte por su extravagante apariencia de muñeco inexpresivo, su voz y el manto de misterio que gira en torno a él, puesto que es un ser con habilidades sobrenaturales que aparece de la nada frente a quien sea y puede hacer todo lo que quiera, siendo totalmente onmipotente dentro del mundo presentado. La obra jamás explica su origen ni el verdadero alcance de sus habilidades, por lo que al espectador solo le queda sacar conjeturas sobre su real identidad, aunque su apariencia y forma de hablar lo hace ver como una suerte de alegoría a aquellos vendedores que aparecen abruptamente ofreciendo sus productos a personas que están en momento de desesperación, salvo que él es mucho más estricto puesto que le da solo UNA oportunidad a cada persona, y en este aspecto es intransigente; no importa cuánto le rueguen, Moguro no da más opciones, sino que al arruinarlo va directamente al castigo. Claramente esto puede verse como otro mensaje dirigido a la vida real, puesto que en ella tampoco suelen ser comunes las segundas oportunidades, sea en lo que sea.


Nuestro protagonista definitivamente no pasa desapercibido, sea por su extravagante apariencia o por su voz inconfundible.

Otro aspecto llamativo de Moguro es su personalidad. Él presenta una ambigüedad moral evidente, puesto que si bien se divierte viendo los resultados de su contrato no cumplido y  disfruta dando los castigos correspondientes, al menos le entrega una oportunidad a las personas para resolver sus problemas y no trata de sabotearlas a medio camino (aunque seguramente sabiendo que no podrán cumplir con su parte del trato). A mi juicio no se le puede considerar realmente malvado, pero es claro que tampoco es un santo; parte de su genialidad proviene precisamente de aquella contradicción.

Del resto de personajes no se puede decir mucho, puesto que son los estrictamente necesarios para cada historia y ya; no volveremos a ver a ninguno fuera del episodio que le corresponda. De ellos solo se puede decir que reflejan distintos problemas de la sociedad japonesa y/o a nivel general, como la falta de comunicación o la dependencia de la figura materna. También indicar que casi siempre corresponderán a personas adultas, creo yo para dar la idea de desesperación que suele sentirse durante aquella etapa de la vida, donde las personas pueden pasar por distintos problemas (deudas, relaciones fallidas, búsqueda de empleo, etc.) y se entregan a cualquier cosa con tal de escapar de aquellos.



[Animación y música]
En ambos apartados considero que la serie está bien. La animación en sí me parece correcta, intentando imitar el estilo de las series antiguas con diseños caricaturizados, donde el prota se diferencia demasiado del resto de personajes dados sus rasgos exagerados, los que le dan una apariencia cómica y a la vez tenebrosa, como si fuera un demonio que le encanta jugar con los humanos. A su vez, los fondos son coloridos y con detalles justos y precisos, lo cual lleva a que podamos ver lo que ocurre en escena sin mayor problema. Por otra parte, no hay mucho movimiento, en parte porque la obra no lo necesita, pero al menos tiene una fluidez adecuada. 

En cuanto a la banda sonora, decir que no quedará en la memoria, pero al menos el opening y ending resultan bastante pegadizos, y el seiyuu de nuestro protagonista realiza un gran trabajo dándole a aquel una voz bastante peculiar, que su vez contribuye a darle gran parte de su carisma; esto se nota más que nada al escuchar su risa y el clásico ¡DON! (al menos en los subtítulos en español) que emite cada vez que usa sus poderes para castigar a quien no cumple con su parte del trato. 


[Opinión general] 
A grandes rasgos, Salesman New me parece una serie aceptable, aunque para algunos podría resultar aburrida, puesto que el enfocarse en historias autoconclusivas con una estructura argumental similar entre ellas puede provocar que se pierda el factor sorpresa y, como resultado, que quien esté viendo se harte antes del final; esto sin contar que la misma estructura de historias independientes podría no ser del interés de ciertos espectadores. Aparte de esto, los conflictos presentados en las historias, así como la mirada crítica de la sociedad que se desprende de ellas, podrían sentirse algo anticuados para el común del público actual.

No obstante, creo que técnicamente está bien lograda, además, de resultar creativa en sus historias (tanto en la problemática presentada como en el desenlace, el cual en ocasiones resulta de lo más curioso), presentando una variedad justa y precisa para no provocar tedio, aparte que el formato corto las hace menos pesadas en sí mismas. Esto aparte de lo "simpático" que resulta nuestro protagonista, quien no dejará a nadie indiferente con su presencia y modo de actuar.


Todas las historias terminan con un "fail" de parte de sus respectivos protagonistas. Si bien la estructura argumental es predecible, las conclusiones resultan en ocasiones bastante sorprendentes.

En resumidas cuentas, no la considero una obra que transcenderá en el tiempo, sino más bien una que puede ser disfrutada por fans de las series antiguas y usuarios que quieran ver una obra ligera con premisa poco común y alejada de los clichés del anime contemporáneo. Derivado de lo anterior, no es recomendable para quienes busquen obras con una historia central y/o profundidad temática. 

Nos vemos en la próxima reseña.

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