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Escrita por: Unknown


Introducción

En mi corta vida viendo anime aprendí que si bien los elementos son importantes, es mucho más importante la forma en a cuál esos elementos están conectados y relacionados entre sí, y la forma en que se ejecute la interacción entre todos ellos va a determinar que tan buena sea la pieza en cuestión. Así una buena presentación audiovisual, junto con una premisa, setting y temas interesantes pueden resultar en una serie genuinamente buena, o en Rainbow Nisha Rokubou no Shichinin. Personalmente, estoy convencido que el público japonés tiene un gusto espantoso, pero realmente no puedo culparlos por el fracaso rotundo que fue esta serie. Hacía mucho que no me aburría tanto viendo anime, entre protagonistas sosos, ritmo patético, villanos blandos, y una historia que está desparramada por todos lados.


Rainbow toma lugar en el Japón de la segunda posguerra y gira en torno a un grupo de delincuentes juveniles mientras tratan de sobrevivir en una penitenciaría. Fue producida por MadHouse allá por el 2010, cuando Maruyama todavía estaba dando vueltas con la batuta de productor y manteniendo la reputación del estudio. Y honestamente el trabajo que hicieron el staff y la producción no es malo, por lo que sospecho que el material original debía ser un montón de basura y se lo trató de embellecer lo más posible.

Animación y Música

Visualmente Rainbow me gusta mucho. Por un lado los diseños de personaje tienen mucha personalidad. Hay una enorme variedad de cuerpos, caras, ojos, cabellos, expresiones faciales, y cada uno se siente único dentro de la historia simplemente por su aspecto, escapando así a los mismos diseños genéricos y repetitivos que solemos ver con tanta frecuencia.

Los escenarios no son particularmente espectaculares pero aún así tienen suficiente detalle como para aportar a la atmósfera. Por otro lado, me gusta la forma en que se usa el color. Dadas la naturaleza y el tono general que tiene la serie, es obvio que prevalecen los colores opacos y apagados, pero cuando hay sangre u otro elemento que merezca colores más brillantes y vívidos, el contraste que se genera es muy bueno. La iluminación se usa de forma similar, casi toda la serie está hecha como en penumbra, pero los momentos más emocionales, tanto positivos como negativos, la escena se vuelve más brillante para generar de nuevo un contraste que funciona muy bien.


El punto más flojo del apartado visual es el movimiento en sí mismo, no porque sea malo, simplemente no es nada grandioso. El dibujo y el diseño son lo que verdaderamente venden la parte visual del anime. No es una serie que requiera mucho movimiento pero es lo que faltó pulir para hacer a este apartado verdaderamente increíble.

La dirección y composición visual me gustan mucho. Esto es algo que Hiroshi Koujima ya demostró que sabe hacer. El anime fluye visualmente de forma orgánica, con cuadros que se suceden de forma natural, y un buen uso de cámara. No es el mejor director del mundo, pero en lo que se refiere a estructurar visualmente sus series, este hombre hace un buen trabajo.


La música es excelente. Tiene una enorme variedad y todas las piezas de la banda sonora son muy buenas. Los diferentes estilos se mezclan muy bien y honestamente me pregunto porque Takami Yu no hizo más cosas, dado que la música es por mucho lo mejor que tiene para ofrecer Rainbow. Pero si la composición visual es el punto fuerte de Koujima, entonces debe seguir trabajando en la yuxtaposición audiovisual. No es lo peor que he visto en este aspecto, pero siento que la música no fue aprovechada a su máximo potencial.


Historia y Personajes

A grandes rasgos realmente Rainbow no pareciese una historia tan ofensiva y estúpida, y probablemente esa sea la razón de por qué se ganó un público tan fiel a pesar de ser tan mala. La idea de una trágica historia de maduración en un contexto tan duro como lo es una prisión del Japón de la segunda posguerra es algo fascinante. La combinación de calidad visual, dirección y música, generan una atmósfera magnífica, realmente muy bien construida que sumerge profundamente al espectador. Sumado al hecho de que la serie no tiene ni escuelas secundarias, ni fetiches, ni fanservice, ni comedia estúpida, se logra explicar cómo adquirió su fama. Desgraciadamente todo esto existe únicamente para camuflar una inconsecuente, aburrida, lenta, y poco creíble historia.


El mayor problema es que se trata de una serie insultantemente aburrida. El ritmo es lento. Sí, estamos todos de acuerdo. Y nadie puede culparme de que no se apreciar una pieza sólo porque tiene un ritmo lento. Pero en este anime eso se ve potenciado por el hecho de que no ocurre nada de interés para la audiencia. No son historias auto conclusivas episodio por episodio, ni hay un enorme mundo por explorar, ni se trata de una épica de misterio. Rainbow apunta a ser del tipo de serie que pone el foco en el drama, los temas y maduración de sus personajes, pero falla miserablemente porque ninguno de estos tres conceptos está manejado de forma competente. El drama consistente en puro factor de shock. Constantemente la serie pone a los personajes en situaciones increíblemente oscuras, trágicas y violentas para forzar la simpatía y la pena de parte del espectador, pero resulta sumamente pedorro porque está horriblemente sacado de proporción, el drama viene todo de afuera generado por villanos ridículamente malvados y unidimensionales, y el contraste es paupérrimo convirtiendo todas las cosas malas que ocurren a los personajes en ruido blanco de fondo. Estas formas tan infantiles y poco serias de crear drama, dan como resultado una montaña de melosa sin otro punto que el de hacerte llorar, y sin aportar nada salvo más sustancia al aburrimiento. Siguiendo, maneja sus temas de forma inmadura e increíblemente básica. No hay un comentario inteligente o novedoso respecto a la pobreza, la vida en la cárcel, la marginación social, la violencia institucional, etcétera. Todo lo que tiene el anime para decir es que esas son cosas malas (como si no lo supiera toda la población del planeta), causadas por personas crueles, estúpidamente malvadas que se levantan sólo para hacerle la vida difícil a los buenos amigos. La otra cara de la moneda temática son los insoportables discursos sobre amor y amistad que los personajes escupen sin sutileza episodio tras episodio, y que parecen más bien sacados de Fairy Tail que de la profunda y desgarradora historia de vidas humanas en un contexto históricamente certero que este anime pretende ser. Lamento desilusionarlos pero las historias que presentan el mundo en blanco y negro no lo hacen en un escenario supuestamente realista, y tienen algo más para decir que boberías obvias a través de diálogo mediocre. Gran parte de los problemas en el drama y los temas tienen que ver con el último punto, que los personajes son planos y sosos. Mario es violento e impulsivo con pasado trágico pero de corazón de oro, o sea protagonista shonen categoría dos sub grupo cuatro. Joe es el pacífico y reservado, pero inteligente y que puede defender a sus amigos con valor. Sakuragi es el súper copado y genial hermano mayor fuerte, sacrificado, sabio, valiente, y misterioso. Noboru es el astuto que quiere dar la impresión que todo le chupa un huevo, pero en realidad tiene también un corazón de oro. Setsuko es gentil y amable y…gentil. Ishihara y Sasaki son unos completos hijos de puta, crueles, violentos y malvados porque es la forma más fácil de hacer que la audiencia simpatice con los personajes, simplemente poniendo villanos imposibles y genéricos, para así victimizarlos en cada episodio. Y Matsuura y Tooyama están ahí porque simplemente coincidieron. El único personaje que tiene un poco más de profundidad y personalidad es Ryuuji, dado su conflicto moral en ambas partes de la historia y la forma en que se desarrolla.


Por otro lado, la trama está llena de contradicciones lógicas, agujeros narrativos y conveniencias argumentales. El trasfondo de los personajes pasa de ser tonto a no tener ningún sentido; la forma en que se manejan el sistema penitenciario y la policía es llanamente idiota; las decisiones que toman los personajes son estúpidas incluso en contexto. El objetivo de esta reseña no es dedicarme a todos estos tumores narrativos, pero son demasiados y se vuelven demasiado invasivos en la experiencia. Y soy consciente de que algunas de mis piezas favoritas sufren de este problema, pero cuando se vuelve tan obvio porque no podés prestar atención a otra cosa de lo aburrido que es el conjunto, ahí es cuando estamos metidos en un lío.

Si tuviera que decir algo bueno sobre Rainbow es que por lo menos los personajes tienen motivaciones claras. Convertirse en un gran boxeador, reencontrarse con su hermana y ser una estrella…bueno creo que son todos. De hecho esa debe ser la razón por la cual el anime se enfoca casi exclusivamente en el desarrollo de Mario y Joe, porque son los únicos que tienen motivaciones claras, coherentes y que pueden llevar a arcos de desarrollo interesantes. Pero de nuevo, dado que los personajes no son carismáticos, y la serie pasa más tiempo victimizándolos que dedicándose a su crecimiento como personas, el poco potencial que había termina cayéndose sobre su cara.


Como comentario al margen, espero no ser el único que ve todo lo que Rainbow tomó de Ashita no Joe. El arco de la cárcel, el protagonista impulsivo que resulta tener un corazón de oro, la vida en la pobreza, el querer convertirse en un gran boxeador, el boxeador que el protagonista conoce en la cárcel y lo deja fascinado (y termina en la misma situación), la chica que está dividida entre ambos personajes. Pero las semejanzas son sólo superficiales ya que AnJ lograba crear una épica historia de maduración mientras tenía algo que decir respecto a sus temas de pobreza, violencia, deporte, etcétera, y Rainbow simplemente lo hace porque ser dramático y oscuro es cool, no importa cuál sea la calidad de tu trama, temas o personajes.

Y no va a faltar el que me diga que vaya a leer el manga. Se trata de una pieza animada que debe ser capaz de sostenerse por sí sola, eso por un lado. Por el otro, y conociendo como transcribe MadHouse los mangas a animes, dudo mucho que el material original, por más que tenga más contenido, sea mucho mejor en materia de escritura.


Conclusión

Rainbow no es un fracaso completo y rotundo. Desde un punto de vista audiovisual me gusta mucho, incluso si no aprovecha al máximo la animación como forma de arte. Pero sus personajes, la forma en que trata sus temas, es todo muy inmaduro. Me encantan las historias dramáticas y oscuras, pero este anime se la pasa victimizando a los protagonistas con villanos unidimensionales increíblemente estúpidos e imposiblemente malvados, al punto que están completamente desconectados de la realidad. No sólo eso, pero la idea constante de “todos son una mierda menos yo, un santo incomprendido” realmente me molesta mucho y me saca de lugar. Los personajes en un momento casi cometen un homicidio y la serie los presenta como si hubiesen hecho las cosas bien y fuesen héroes. A eso sumemoslé los forzados escenarios y convenientes situaciones para crear el contexto perfecto para que simpaticemos con los personajes. Un drama sacado a las trompadas a partir de un montón de eventos tristes, cierto, pero muy estúpidos. Y por último no sólo no hay nada que nos motive a verla en términos de trama, temas o personajes, ni siquiera hay comedia divertida, acción adrenalínica, misterio intrigante o un ritmo que la haga por lo menos pasable.

Rainbow es mala. No es horrible, ni lo peor que vi en mi vida, y no es que no haya nada rescatable, pero comete demasiados errores y se enfrasca por mucho tiempo en su propia idiotez y aburrimiento como para que pueda recomendarla. 

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