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Escrita por: Josué


Un manga que habla del sistema escrito desde el sistema.

Hey! Primero que nada debo de agradecer el simple hecho de que lean esto.



Cuando se habla de manga entre conocedores muy a menudo la palabra “shounen” se usa de manera peyorativa y no sorprende en lo absoluto. El shounen no es el mejor ejemplo, es predecible y está lleno de arquetipos, hay muchas más cosas que van en contra de este “género” (si se le puede llamar así en primer lugar). Por eso quiero hablar de Bakuman, una obra de Tsugumi Oba y Takeshi Obata, dos personas que muy bien podrían ser consideradas referentes del manga shounen moderno (obviamente por Death Note). Como sea, primero analizaremos la manera de Tsugumi y Takeshi de presentar su historia, su narrativa y sus personajes. Después quiero repasar un poco la ideología que Bakuman nos muestra, que por lo menos es… interesante.

La historia comienza presentándonos a Mashiro un joven de 14 años, este chico se ve oprimido por la sociedad. Su objetivo es… tener una vida tranquila y un trabajo ordinario; pero desde el principio sabemos que Mashiro tiene cierto combate interior, entre ser una persona normal o dedicarse a lo que le apasiona, el dibujo. No quiero alargarme mucho en esto así que seré breve: un día se encuentra con Takagi quien le propone dibujar manga… como ya se imaginarán el resto de la historia es ellos haciéndose mangakas.

Si hay algo que me gusta de Bakuman es como sus personajes están lo suficientemente empapados de realismo para ser tomados en serio. Por ejemplo, Mashiro es un pesimista difícil de convencer. (Si, después del primer tomo ya está decidido en ser un mangaka, pero no se le va a la cabeza como los personajes de shounen tradicionales) el personaje, al principio del manga, no se deja engañar por las palabras de Takagi; entonces el escritor aprovecha para meter una explicación de como presentar un proyecto de manga y cuáles son los riesgos que se toman, y todo esto parece natural porque se justifica, ya que el tío de Mashiro era mangaka. Ese es el punto fuerte de Bakuman, el realismo viene por el vocabulario técnico y elaborado que utilizan sus personajes, ya que sus escritores saben todo con respecto al manga shounen.
 Aunque Bakuman no sea el mejor ejemplo, Mashiro y Takagi  tienen un arco narrativo definido que los hace evolucionar como personas y como equipo. Lo interesante de este es ver como evolucionan como personas y a la par se vuelven mejores mangakas, cambia su visión sobre la industria y el manga, sobre cómo se hace un buen manga. Takagi no es un personaje que me moleste mucho, también tiene sus problemas y sin duda alguna tiene el “carisma” que atrae al lector. Me gusta la relación que hay entre estos dos, son amigos Y tienen sus diferencias, pero nunca caen en lo dramático y ridículo.
 Los personajes secundarios me parecen geniales, hablo de los mangakas.
Estos personajes no están ahí solo para hacer de rivales pero también tienen su propio arco que, aunque simple, permite al escritor introducir nuevas ideas
al manga, como personalidades e ideas que giran entorno al tema principal del manga, así se crean nuevas preguntas a lo largo de este. Sin embargo, no todo es tan bueno, estos personajes suelen ser demasiado obvios y previsibles, esto vuelve al manga repetitivo y tedioso
 Además, hay personajes que me molestan, de hecho son dos personajes… Las mujeres. No es por nada, pero a veces me pregunto cuál es la idea que tienen Oba y Obata de la mujer. No había visto dos personajes tan vacíos en mucho tiempo. Y es raro porque Misa de Death Note no estaba tan mal, era un estereotipo de chica pero funcionaba, aquí tenemos a una muñeca, no, una estatua que se  hace llamar Miho, y la otra… que no está tan mal se llama Kaya. El problema es que no tienen nada de personalidad, y ningún objetivo, de hecho Miho es un premio, una meta para Mashiro, es todo. Es cierto que tiene un sueño de ser “seiyuu” pero eso no podría importarle menos al lector porque el escritor no parece tener el tiempo para desarrollarlas, son personajes planos y entonces uno se pregunta ¿Para qué sirven? Estas dos son prácticamente inútiles en todo el manga y  eso no deja de dolerme.


Bueno, lo siguiente es la historia del manga: dos chicos que quieren ser mangakas. Es simple y sirve, como prácticamente todos los mangas de este estilo. Como ya dije antes, el manga se vuelve muy repetitivo y pierde la energía que los shounen suelen tener. También creo que en el argumento suele saltar demasiado rápido al climax
Durante el manga nos explican cómo funciona la Shounen Jump, esto puede que sea “propaganda” pero se agradece, de hecho los primeros tomos son bastante interesantes por eso, añade una pizca de realismo a la historia. A lo largo de estos tomos se ve cierto conflicto en el equipo de Mashiro y Takagi. El manga, intencionalmente o no, nos habla sobre lo que es el manga shounen en general. Si, favorece mucho al shounen porque después de todo no podrían criticar a la editorial que los está publicando, pero se habla, en pequeñas cantidades, sobre lo que es, ¿es un simple entretenimiento o es más? ¿Es arte? 
En resumen, el manga no tiene un argumento muy fuerte, pero eso ya lo sabíamos ¿verdad? Sin embargo, le doy merito porque al menos está interesado en informarnos sobre el manga, sobre el ámbito de trabajo, y esta obra puede caerle de perlas a cualquier interesado en la industria, es una buena introducción. La pasión que los personajes (y los autores) tienen por el manga se ve y tiene cierto peso, es algo que aunque parezca obvio no se ve en prácticamente todos los otros mangas shounen que no son de fantasía. Dejando el argumento de lado, pasaré a la manera en que Tsugumi y Obata deciden mostrar su obra.



La manera de presentar la historia de Bakuman es la misma que todos los shounen tienen, un narrador interno. Tsugumi utiliza este recurso muchísimo y es extraño, porque el mismo critica la utilización del narrador excesiva en el manga. Que el editor de la shounen, encargado de Mashiro y Takagi, hable mucho puede ser normal, que les informe de todo también, pero no solo hay diálogos increíblemente largos ( que también puede ser considerado como un contra) si no que aparece esta molesta “burbuja de dialogo cuadrada” que suelen darle al narrador. Por ejemplo, tenemos al tío del protagonista hablando sobre su pasión por el manga, luego da la típica sonrisa tímida al final de su frase que por cierto es enorme. Con eso ya sabemos que esta nostálgico y que fracasó pero es feliz porque lo intentó, no necesitamos a un narrador diciendo “oh, mi tío parecía feliz etc… etc…”. De hecho nos presentan al protagonista en prácticamente una página. No solo demuestra que el ritmo del manga era demasiado rápido, pero además me estás contando todos los pensamientos, preocupaciones y sentimientos de tu personaje en una sola página, cuando podrías hacerlo atreves de las acciones, los visual extendiéndote un poco más. El chico dice que toda su vida ha sido aburrida y que así lo seguirá siendo, es algo horrible ¿no? 
Pero para el lector eso no significa nada, lo sabemos pero no lo sentimos… 
Déjenme dar un ejemplo, para explicarme mejor. 
Hay un momento en Oyasumi Punpun, en el que el personaje cae en un círculo, una rutina, esto se presenta mostrándonos su día a día. Y de hecho a partir de eso se hace una reflexión hacia nuestra sociedad y hacía la vida, o más bien su vida. Todo esto usando muy pocas frases. Sí, es cierto, Oyasumi Punpun tiene un narrador pero es una herramienta o más bien un recurso para reforzar la idea, no para arrojártela en toda la cara directamente. De hecho en esas páginas el narrador dice cosas completamente banales. Ciertas veces Son necesarias, sí, pero se complementan con la imagen, se trata de encontrar el equilibrio. Bakuman solo utiliza el aspecto visual para mostrar la situación y eso es limitarse muchísimo.


                            En este capítulo, Punpun afronta la rutina, esto se presenta utilizando el patrón que se ve en las imágenes(actividad mundana → narrador), ademas el capitulo comienza y termina con la misma escena(invertida).



Sé que este es un problema que tienen muchos mangas y ponerle todo el peso a Bakuman es "injusto", lo sé. Pero no tenía por que ser así... estamos hablando de Obata y Ohba, son el referente del manga shounen. Death note y All You Need Is Kill (que no fue escrito por Ohba) utilizaban los mismos recursos que Bakuman y sin embargo lo hacían de una manera impecable, por lo que no puedo evitar pensar que Bakuman es un paso hacia atrás. Supongo que es porque este es un manga menos profundo, pero también supongo hay tantas cosas que se podrían hacer. Al parecer deben  conformarse con lo que hay.  
Pero todavía no acabo, la obra toca algunos temas, aunque de manera artificial, que son bastante más profundos que los que se tocan en los shounen generalmente, eso está muy bien, pero la manera de ver las cosas de sus autores me parece… peculiar.

 Respeto sus ideales, claro, por lo que no lo contaré como un punto negativo para el manga. Se habla de la igualdad entre los humanos, diciendo que no todos somos iguales y dependiendo de dónde venimos somos mejores que otros. Esto lo utiliza Takagi para decirle a Mashiro que Miho es inteligente (que por cierto no lo es). Y mira que decirnos todo el tiempo que podremos hacer lo que queramos sea cual sea nuestra situación puede llegar a cansar mucho, lo sé. El problema es que Takagi dice eso pero el mensaje del manga, al fin y al cabo, es el mismo que el de todos los mangas shonen: “Esfuerzo, Amistad, etc…” aquí tenemos dos mensajes diferentes que chocan entre sí, y es imposible no percatarse de esto. Sin contar la manera de ver a las mujeres, de nuevo, como premios. En un momento al principio del manga se habla sobre qué es ser inteligente, y de nuevo, no quiero explayarme mucho en este tema pero creo que su definición de ser una persona “inteligente” no podría estar más equivocada. Pero bueno después de todo esto es subjetivo, así que depende de cada uno.
En conclusión, Bakuman es un manga por lo menos interesante, personajes en su mayoría lo bastante bien cimentados y una historia sorprendentemente buena para un shounen, que aunque no es única sabe distinguirse de las demás. Presenta algunos problemas con su manera de mostrarse ante el lector, pero en definitiva es un manga bastante sólido, se nota que fue creado por dos grandes autores.






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