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Escrita por: Wilburg


Creo que fue hace aproximadamente dos años que comencé a ver anime de forma regular; antes de eso sólo veía algunas series populares del momento. Y, después de más de 600 días de ver diariamente dibujos animados japoneses, sucedió lo inevitable: me cansé. Así es, no sé cómo ocurrió, ni cuándo exactamente, pero antes de notarlo dejé de ver anime. Hace medio año estaba viendo cerca de 10 series por temporada, y no me quedaba atrasado con ninguna. Hoy día batallo para continuar viendo Darling in the Franxx. En un punto de esta temporada me di por vencido y reduje mi lista de “viendo” a un número más realista de unas cuatro series, además de la ya mencianada, de las cuales aún no he visto ni un episodio.

Pero no quiero recurrir a lo que recurre mucha gente de “tomarse un descanso del anime”. No. A mí me gusta el anime. Simplemente no entiendo por qué ya no logra obsesionarme como antes. Por tanto, estos últimos dos meses me olvidé de las series en emisión, y en cambio volví a ver algún que otro anime que en su momento me haya enamorado, y que quería volver a ver algún día, con la esperanza de retomar así el amor por este medio. Uno de ellos fue Hibike! Euphonium, el cual revivió en mí algo que creía muerto: las ganas por los maratones. Vi sus dos temporadas en menos de una semana… sí, existe la posibilidad de que a esta crítica le falte objetividad.

OLVÍDATE DE LA HISTORIA, CONCÉNTRATE EN LOS PERSONAJES

Adolescente se une a club del colegio, dicho club se propone llegar a las nacionales, y debe luchar para conseguirlo. Esta historia la hemos visto miles de veces en el anime, no es nada nuevo. Por eso, los conflictos externos importan más bien poco en esta serie; lo importante son los conflictos internos de cada personaje.

Por un lado, tenemos el conflicto principal: el conflicto personal de la protagonista. Kumiko es un personaje perdido, que al principio de la serie tiene un objetivo claro pero que no es lo suficientemente fuerte para mantenerlo; no quería entrar a la banda este año, pero una suma de acontecimientos la arrastran a entrar al club de música, y peor aún, acaba tocando el eufonio de nuevo, el instrumento que comenzó a tocar a temprana edad por pura casualidad, que lleva años tocando y del que ya está cansada. Todas estas contrariedades en la vida de Kumiko acaban por formular en ella una simple duda: “¿Por qué tocas tu instrumento?”, pregunta que se plantea repetidas veces a lo largo de la serie de distintas maneras, y que la protagonista no acaba por responder hasta el capítulo final de la segunda temporada. La serie presenta un camino de descubrimiento personal en que vemos a muchos personajes responder la misma pregunta con distintas respuestas, todas muy personales, hasta que al final Kumiko logra conocerse a sí misma.

Por otro lado, también se presentan gran variedad de conflictos secundarios, personales para cada personaje de reparto, los cuales Kumiko simplemente ve desde la distancia, observando cómo se resuelven sin necesidad de su interferencia. Y este punto me parece una total genialidad. Muchas veces Kumiko actúa simplemente como un espectador más, lo cual apoya la narrativa de conflictos personales. Algo que me molesta mucho de algunas series es la existencia de protagonistas que son como la segunda llegada de Jesús; van por la vida solucionando los problemas de los demás. En Hibike! Euphonium los personajes secundarios tienen conflictos personales, y poco o nada puede hacer la protagonista por solucionarlos. Su participación nunca es indispensable, lo que nos lleva a otro punto que me gusta de esta forma de contar historias: la protagonista la puede cagar.


Uno de los mejores conflictos de la serie es el de la hermana de Kumiko, en el que la protagonista poco interviene, pero que la afecta profundamente.

Como un plot armor, muchas veces sabemos que el protagonista lo podrá solucionar todo si habla con la persona adecuada, y lo ataca con el poder del amor y la amistad. A Hibike! Euphonium no le interesa esto. Ninguna conversación por parte de Kumiko es una victoria asegurada. Incluso cuando todos los personajes de la serie ponen su confianza en la protagonista para que solucione la situación, una simple conversación no logra curar el cáncer. Seamos realistas, fuera del anime, los problemas realmente graves no se logran solucionar con un intercambio de palabras. Hacerlo en un anime simplemente les resta importancia a los conflictos. Por eso la peor parte de Hibike! Euphonium es el primer arco de la segunda temporada, porque se aleja un poco de este concepto

ANIMACIÓN, DIRECCIÓN Y TECHNICAL SHIT

Pasemos a hablar de esas cosas que a muchas personas parece no interesar. Hay quienes que creen que lo único que compone a una buena historia es el guion, y no se dan cuenta que una buena dirección —y en el caso del anime, una animación decente— son vitales para contar bien una historia.

Comencemos con lo más fácil de expresar. Hibike! Euphonium es producida por Kyoto Animation, y como todo anime de KyoAni, tiene los mejores cuts de animación que podrás ver en tu vida. No es una animación bombástica propia de una serie de acción, lo cual es siempre fácil de señalar como buena animación. En esta serie no hay gente peleando. Sin embargo, como en todas las series de KyoAni, las expresiones faciales de los personajes, y la emoción que demuestran los animadores con el movimiento del cuerpo son facetas impresionantes de este anime. Otro punto que llamó mi atención fue la cantidad aparentemente infinitas de “caras graciosas” que se logró inventar el equipo de animación.


Por favor un altar para la persona que haya animado este cut.

En cuanto a dirección, la serie está dirigida por Tatsuya Ishihara, mismo director de Clannad y Nichijou, quien cumple su labor de manera espectacular, aunque muchas veces pasa desapercibido. Es un director que sabe cuándo sobresalir, haciendo escenas visualmente impactantes en los momentos apropiados, así como entiende que en ocasiones es mejor darle libertad a otros trabajadores del proyecto. Así, se siente mucho el sello de autoría de Naoko Yamada en el primer episodio de la serie, dirigido por ella, al igual que en todos los capítulos en los que participó dibujando los storyboards. También me gustaría utilizar de ejemplo aquí mi capítulo favorito de la serie, el episodio cinco de la segunda temporada, dirigido por Yoshiji Kigami. Tiene un acercamiento a las escenas de presentaciones bastante distinto al que propuso Ishihara hasta ese momento de la serie, y dio como fruto la mejor escena de todo Hibike! Euphonium.


No sólo los planos elegidos por el director, también el montaje, la fotografía, la banda sonora y los efectos de sonido hacen de esta la mejor escena de la serie.

EL MEJOR PAPEL DE UNA ROCKSTAR DE LA ACTUACIÓN DE VOZ

Con la popularidad de Houseki no Kuni todos estaban loquísimos por la actuación de Tomoyo Kurosawa como Phos, y bien merecido, es un trabajo increíble. Pero no sé si acaba de superar del todo su papel protagonista en Hibike! Euphonium. En cualquier caso, yo no soy un experto de actuación de voz, pero me gustaría cerrar esta crítica recomendando que si te gustó su papel en Houseki no Kuni veas esta serie, porque las actuaciones de voz no te decepcionaran. Y no hablo sólo de la protagonista; todos los personajes tuvieron, en mi opinión, el casting de voz perfecto. Hibike! Euphonium es un anime muy agradable para los oídos —algo muy bueno siendo que se trata de una serie sobre música.

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