Reseña: Bungou Stray Dogs

Escrita por: Wilburg

Hace poco me enteré de la existencia de un anime que estaba conformado por un cast de escritores famosos con poderes personificados por dibujos 2D en un estilo un poco emo. Se llamaba “Bungou Stray Dogs” (Información adicional), y nunca pensé que con una premisa tan extraña se pudiera hacer algo decente. Pero la curiosidad siempre me gana, por lo que corrí a verlo cuanto antes (y más aún sabiendo que se avecina una segunda temporada) aunque he de admitir que con un poco de miedo hacia lo que podría resultar de aquello.

F. Scott Fitzgerald, líder de la organización "The Guild", o también conocido por escribir El Gran Gatsby

La serie, de tan solo doce capítulos, nos cuenta la historia de Atsushi Nakajima, un chico huérfano que fue echado de su orfanato por la simple razón de ser un hombre tigre. Por casualidades de la vida encuentra a un hombre flotando en un río después de un intento de suicidio, quien resulta ser parte de una Agencia de Investigadores con poderes, al que rescata con la con la esperanza de que se le recompense de alguna manera. Esto son solo los diez primeros minutos de serie, y resume a la perfección la esencia de lo que podremos esperar para los siguientes once capítulos. El espíritu de lo aleatorio posee los doce capítulos, haciendo que absolutamente cualquier cosa pueda pasar. Muy pocas veces la serie toma en serio situaciones que pueden considerarse a primera vista algo tensas y dramáticas. Siempre encuentra la manera de retorcer el escenario en el que sitúa a sus personajes para crear alguna situación graciosa y hacer así más llevadera la escena.

Y precisamente el humor es un punto del que me gustaría hablar (o escribir). La serie maneja un humor muy absurdo y, en algunos chistes, un tanto infantil. Hace mucho uso de los personajes chibi o con caras graciosas al propio estilo de Fullmetal Alchemist que, si bien se podría tomar como humor algo tonto, si eres una persona de risa fácil como yo esto va a hacer al anime mucho más cómodo de ver. Aunque bien es cierto que hay momentos que son tan ridiculizados que quizá hacen olvidar el contexto de los acontecimientos. Pero esto no quiere decir que no tenga sus escenas un poco más intensas y serias.

Las peleas importantes son quizá los momentos en los que más se deja de lado el humor, para dar paso a la acción. Aun sintiendo que este no es el fuerte de la serie, debo admitir que la acción está muy bien llevada. En ningún momento me da la sensación de que un personaje sea más tonto de lo que debería y use mal sus poderes (sensación que sí tenía con, por ejemplo, Tokyo Ghoul). Los personajes hacen siempre lo que pueden con lo que tienen, y saben reconocer cuándo están en clara desventaja y deben huir, dejando de lado todo debate moral y filosófico dado que, obviamente, lo que menos quiere una persona es morir. Aunque siento que los villanos nunca ponen en verdaderos aprietos a los protagonistas. Cuando los héroes se encuentran de alguna manera acorralados encuentran siempre la solución de manera casi inmediata. En este sentido quizá los malos del cuento sean un poco incompetentes, aun teniendo poderes originales como pocos.

Durante los doce capítulos de duración nos encontraremos con un amplio abanico de poderes que van desde habilidades defensivas a poderes de puro y simple ataque, pasando por poderes de apoyo y de sanación. Sí, al mismo estilo Overwatch. Pero no se quedan solo en esto. Tan solo los poderes de ataque se pueden dividir en ataques a corta y larga distancia; algunos prácticamente invariables, y otros mucho más flexibles a gusto del consumidor; los hay que simplemente matan después de que pasa cierto tiempo determinado, o también está el que es un arma asesina que sigue órdenes de cortar a diestra y siniestra. Los hay de todos tipos y colores, lo cual ayuda a mantener siempre entretenido al espectador sin caer en lo repetitivo. Y se podría pensar que con tantos poderes es imposible no caer en los tópicos de siempre de la superfuerza o la supervelocidad, pero no se podría estar más equivocado. Solo hay que ver el ejemplo de la doctora de la Agencia: su poder es curar heridas mortales, así que para poder curar cualquier herida primero debe dejar a su paciente en estado crítico, no me digan que eso no es original.

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Y es que este anime tiene la creatividad como bandera. Empezando por el diseño de personajes, con un dibujo simplemente cautivador, que es de lo mejor que he visto en los últimos tiempos. Al principio lo definimos como “emo”, y así se va a quedar, pero esto no significa que sea malo. Los diseños y las paletas de colores que maneja cada personaje va siempre a juego con su personalidad, siendo Atsushi el más claro de todos en la serie, representando de alguna forma su inocencia dentro del mundo al que entró casi sin querer, y Akutagawa teniendo el diseño más oscuro en reflejo de su maldad. Te permite intuir rápidamente desde los primeros segundos cuál va a ser el rol de cada personaje dentro del anime.

Pero la originalidad no se queda solo en lo externo, dado que la serie maneja personalidades muy únicas y personajes con los que es fácil empatizar, no porque sean especialmente de nuestro agrado, sino por lo sólidos que resultan, haciendo que los actos de éstos siempre parezcan creíbles. Siguiendo con el ejemplo de la doctora, el hecho de que su poder solo funcione en pacientes en estado crítico la ha transformado en una sádica que disfruta hiriéndolos. Y no sé ustedes, pero a mí me parece un trastorno muy creíble.

De la historia no hay mucho que comentar. A falta de una segunda temporada, la serie parece estar aún muy verde, y sigue en el proceso de presentación de personajes, el cual, por cierto, a veces corta la historia principal de una manera un tanto molesta. Esto se ve compensado por el hecho de que presentan muy bien a los personajes, y logran que luego de un solo capítulo de presentación lo ame o lo odie dependiendo el caso.

En conclusión, es una serie bastante recomendable. Infinitamente más entretenida que gran parte de la competencia, y que viene perfecta si lo que quieres es una serie con la que recostarte un momento, relajarte y reír. Sin duda espero la segunda temporada con muchas ansias, y por supuesto estaré aquí de nuevo en cuanto ésta salga a la luz. Y quién sabe, quizá hasta hago una reseña semanal capítulo a capítulo.