Escrita por: Unknown




INTRODUCCIÓN

Me dijeron muchas veces que no tengo corazón. Que en lugar de eso tengo un pedazo de carbón sostenido por alambres que sigue bombeando gracias a mi voluntad de hacer el mal en el mundo, todo porque no siento emoción con las historias románticas o con la gran mayoría de los dramas que se ven en el cine y la televisión, o porque no lloro ante la idea de un cachorrito sufriendo. Pero descubrí que no soy yo el del problema, son los guionistas, y el público que alaba estas cosas, porque Dios se apiade de tu alma si se te ocurre crear drama sutil y romance legítimo cimentado en personajes tridimensionales. Pero me estoy desviando. El punto es que no me gusta el género shojo. Escuelas secundarias, arquetipos, fetiches, comedia infantil, historia linear y predecible, drama forzado, todo eso descartando los conceptos de ritmo y sutileza. Así que se harán una idea de mis expectativas con un shojo hecho por uno de mis estudios favoritos. Kare Kano resulta mucho más interesante cuando se la analiza en su contexto, en relación con el estudio del que salió, y en el modo en que se diferencia de todos los otros shojos escolares genéricos que hemos visto repetidos miles de veces, pero sobre todo es muy interesante ver como arruina completamente todo lo que lo hacía destacar.

Un entusiasta del género te dirá que si ya terminaste de leer Lov-Com y estás retrasando la idea del suicidio en base a la posibilidad de que salga un nuevo capítulo de SkipBeat, entonces Kare Kano es el siguiente manga shojo que tenés que leer. Y desde la perspectiva de alguien que sólo vio el anime, no es difícil imaginar por qué. Además el material original debe ser muy bueno como para que Gainax, en su edad de oro, decidiera adaptarlo en lugar de hacer alguna de sus ideas originales. Sin embargo me sorprende cómo Kare Kano se cayó sobre un montón de mierda. ¿Cuál es la excusa? ¿Falta de dinero? Lo produjeron inmediatamente después de haber hecho NGE con sus dos películas, cómo puede ser que se hayan quedado sin fondos. ¿Incapacidad en la dirección? Eso resulta más creíble teniendo en cuenta que la serie tuvo dos directores en jefe (Hideaki Anno y Tsurumaki Kazuya), ninguno de los cuáles hizo nada de importancia nunca. Pero me estoy adelantando. ¿De qué va Kare Kano? De lo que van todos los shojos románticos, en realidad.




KARE KANO O UN SHOJO GENUINAMENTE BIEN ESCRITO


Miyazawa Yukino es la mejor estudiante de su curso. Además es buena con todo el mundo, hermosa y destaca en los deportes. Arima Soichiro es exactamente igual a Yukino sólo que tiene dos huevos entre las piernas. Es un alumno de primer nivel, exitoso con las mujeres, amable e increíblemente atlético. Ya se imaginarán como avanza la historia desde el momento en que se conocen. Sin embargo, Kare Kano es menos predecible de lo que nos hace suponer en una primera impresión. Si bien todo lleva a lugares predecibles, la forma en que la serie trata sus temas y a sus personajes es muy interesante, y la hace brillar en el mar de mediocridad que estamos acostumbrados en su género.

Verán Kare Kano es fundamentalmente una comedia romántica, pero que presenta una muy enfermiza y oscura relación entre dos personas que tendrían que hacer un gran esfuerzo para que San Pedro los deje pasar las Puertas del Cielo. En este anime cada cosa tiene la importancia que realmente se merece. Cuando el momento ha de ser cómico, la serie se esfuerza porque lo sea, cuando el momento ha de ser dramático el tono cambia acorde a ello. Cuando quiere ser depresiva lo logra, cuando quiere ser adorable lo logra, y cuando quiere volverse oscura y traumática, también lo logra, cargando al espectador con una manta de plomo con caritas tristes dibujadas en color azul. La aproximación que usa esta serie respecto a la vida adolescente es de lo mejor que vi en el medio, porque además de tomarse a sí misma en serio, no pretende ser escapismo para gente solitaria que nunca experimentó el amor, como la mayoría de los supuestos “romances” del anime, sino que quiere ser un reflejo de la angustia, alegría y preocupaciones que cualquier chico o chica de este siglo experimenta. 



Tampoco pierde tiempo con estupideces cuando se refiere al romance, nada de pasarse 20 episodios para decir “me gustás” y terminar tomados de la mano. Desde el principio se establece la relación y esta avanza con paso decidido y desarrollo natural, sin estar condicionado por la trama. Con esto viene también una variedad de temas sobre las relaciones humanas, por eso soy partidario de que llamar a Kare Kano un “slice of life” es más inteligente que decir que es una simple comedia romántica. Escuela, familia, amigos, pareja, todas las relaciones y los problemas propios de cada una son abordados en este anime. Además tenemos varias historias paralelas a la de la pareja principal, todas igualmente interesantes que se preocupan por explorar a sus personajes y profundizar en los problemas de ellos, sin dejar que uno se sienta más relevante que otro y creando un vínculo con todos.

Decir que Yukino y Arima son malas personas sería acertado, pero es más acertado decir que son dos soretes monumentales. Cada uno viene con una dosis extra de envidia, egocentrismo, celos, violencia, posesión, hipocresía y falsedad, y uno puede pensar que combinar tantos elementos en un solo personaje que además está establecido que es inteligente, hermoso, atlético y amable, puede resultar en uno enormemente inconsistente que se contradice en su propio personalidad. Por esta razón es que resulta todavía más fascinante el hecho de que ambos son tan apretados y consistentes como una nuez usando corset. Nunca se siente que alguno sea contradictorio entre lo que dice, hace y piensa, o que cambie su actitud para mover la trama hacia adelante, a pesar de sus muy complejas personalidades. Y esto es lo que diferencia a los buenos personajes de los grandes personajes, y a lo que me refiero cuando hablo de multidimensionalidad. Pero no sólo son una pareja magnificente por lo magistral de la escritura en sus personalidades, sino porque además son carismáticos y divertidos de ver, cada momento en pantalla de ambos puede ser hilarante, conmovedor o genuinamente perturbador, y uno realmente siente a los personajes. Sumémosle a eso el hecho de que existe un desarrollo legítimo en el carácter de cada uno, mientras se abren al mundo, maduran y se van convirtiendo en mejores personas.

Pero, como dije antes, no hay que olvidarse de los personajes secundarios. Al tiempo que crece la relación de la pareja principal y estos van madurando, el resto de cast recibe un tratamiento igualmente bueno, si bien más corto. Desde los chicos de la escuela hasta las familias todos muestran múltiples facetas de personalidad, historias de fondo y desarrollo natural, junto con una buena dosis de carisma.





KARE KANO O UNA MUY EFECTIVA CURA PARA EL INSOMNIO

“Qué bueno que por fin hayas encontrado un shojo que te gusta. Uno que no tiene fanservice, ni fetiches, ni personajes arquetípicos, que se toma a sí mismo en serio con protagonistas competentemente armados y que no es mera fantasía para las chicas que todavía no tuvieron su primer período.” Lamentablemente para todos los fanáticos del género voy a seguir despotricando contra él, porque esta serie no me gustó. Como dije al principio es sorprendente la forma en que la producción y el equipo detrás de Kare Kano arruinaron tan majestuosa obra de la literatura moderna. La serie falla en lo más básico de cualquier serie, película o libro, aquello que absolutamente todas las obras de este medio deben lograr antes de intentar cualquier otra cosa y lo que separa a los animes malos de los que son simplemente promedio. Y eso es el ser entretenido. Y desgraciadamente Kare Kano no fue entretenido, no me divertí viéndolo, no lo disfruté. No la pasé bien, muchos episodios fueron tediosos, y a veces miraba un solo episodio por día porque si no me iba a quedar dormido, o iba a empezar a estudiar. A riesgo de parecer un casual voy a decirles algo en lo que tengo firme convicción y parafraseando a Benjamin Franklin, “Un anime dispuesto a sacrificar entretenimiento por profundidad, no se merece ni una ni otra, y acabará perdiendo ambas.” Aunque sin lugar a dudas Kare Kano logró retener la profundidad y complejidad, aún si perdió todo rastro de ser “divertido”. Dos problemas fundamentales hacen que la serie no me haya gustado: producción y ritmo.

El primer problema es más obvio, pero también el menos grave, y nadie puede acusarme de que sólo me gustan cosas que se vean bien y que desprecio todo lo que se vea mal, pero estamos hablando de un medio audiovisual y la presentación sigue siendo tan importante como el contenido. Kare Kano se ve muy mal. No hay fanservice, ni bishis ni diseños extraños pero los personajes están pobremente dibujados, y son terriblemente inconsistentes de cuadro a cuadro. La animación es prácticamente inexistente, a veces simplemente copiando y pegando cuadros enteros del manga, con una alarmante tendencia a usar imágenes estáticas, y ni hablar de el horror que son los últimos episodios, algunos que no clasifican como “animación”. Los efectos y escenarios están en el mismo nivel patético que la animación, apenas trabajados y que parecen hechos por gente que estaba usando guantes de cocina cuando dibujaban. La dirección es excelente y tiene una banda sonora espectacular, acorde con cada momento y que verdaderamente se quedó pegada a mi cabeza por mucho tiempo. Pero Gainax ya no suma puntos por eso, Buena dirección y buena música fueron los sellos característicos de sus animes por 20 años.





El problema del ritmo es más grave, y más difícil de abordar desde un punto de vista objetivo porque si bien hay mucha gente como yo que se quedaba dormida viendo la serie, estoy seguro que muchos se pegaban a la pantalla con lágrimas en los ojos, o se tiraban al piso muriendo en espasmos de risa incontrolables. Pero me estoy desviando, de nuevo. Empecemos por el hecho de que este anime de 26 episodios podría haberse reducido fácilmente a 13, y seguir siendo igual de bueno en guión, y muchísimo mejor en ritmo y presentación. Ataquemos el punto más fácil, la serie tiene tres episodios de recapitulación. TRES EPISODIOS DE RECAPITULACIÓN. Mierda puta, ya conocemos el amor incondicional de Gainax por los episodios de recapitulación para ahorrarse dinero, los muy mezquinos bastardos, pero tres me parece exagerado incluso para ellos. Por otro lado todo lo que pasa después del episodio 18 es completamente irrelevante. El anime presenta más personajes, abre más historias y sigue ampliando todavía más los arcos de desarrollo, pero termina en la mitad de uno de ellos sin resolver nada de ninguno de los que abrió con anterioridad. Es como si hubiesen decidido cancelar la producción mitad de camino (eso es lo que hicieron por cierto), y no estoy hablando de uno de esos finales estilo “Andá a leer el manga” porque incluso los animes con finales de ese estilo logran llegar a una especie de conclusión cerrando un arco de la historia. El episodio 18 hubiese sido un buen momento para parar, y todo lo que viene después lo único que hace es minar la calidad del conjunto de la serie. Pero incluso si ignoramos esos episodios, todos los anteriores son horriblemente lentos. Todos los chistes están más extendidos de lo que deberían, todos los diálogos son más largos de lo que necesitan, y por supuesto que cada cuadro se toma muchísimo más tiempo en pantalla del que merece. Con tan densa y aburrida forma de abordar los problemas y el desarrollo de los personajes no es difícil entender por qué tanta gente odia la serie, como no es difícil ver por qué tantos otros la aman.





KARE KANO Y EL DILEMA DE LA RECOMENDACIÓN


Si Kare Kano te parece una obra maestra y uno de los mejores dibujos que vas a ver en tu vida, lo entiendo. Es una obra magistralmente escrita que tiene un elevado entendimiento de los conceptos de drama, comedia, romance y madurez, que aborda sus temas de forma sorprendente y maneja a los personajes increíblemente. Pero no puedo evitar tener ese pesado sentimiento de que un buen guión le fue dado a gente que no sabía hacer anime (irónicamente). Pero incluso si te gusta el anime, te recomiendo con creces que leas el manga. Yo no lo leí, pero es lógico pensar que mantiene una escritura del mismo nivel, con arte muchísimo mejor que la animación de la serie, y cubriendo la historia completa en lugar de unos pobres 7 volúmenes. Respecto a la serie, es una pieza mediocre. No basta tomar una fuente buena para que tu serie sea buena. Tenés que agarrar lo que cuenta la fuente y mejorarlo con las ventajas que te da la animación por sobre otros medios. Además me resulta imposible recomendar algo que yo mismo no disfruté. Y si alguna vez le vuelvo a dar un sello rojo a un anime de Gainax, voy a clavarme dos tenedores en los ojos.




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