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Escrita por: Neko


To see if I still feel...                                                                                                                                               

Sinopsis:
La historia tiene lugar en una ciudad japonesa ficticia bautizada como Ciudad Sugomori. Un día, Sonosaki anuncia a su compañero de clase Katsuhira que ha sido seleccionado para ser un Kiznaiver, que es como se conoce a aquellos conectados al sistema Kizuna. Dicho sistema permite a su usuario, en este caso Katsuhira, compartir sus heridas y conectarse con sus compañeros de clase.
  • Género: Drama, Sci-fi
  • Estudio: Trigger
  • Director: Hiroshi Kobayashi 
  • Fuente Original: Ninguna

Los brazos me están matando. Nunca en mi vida fui a un gimnasio y ahora que por fin lo hice siento las consecuencias en el día de hoy. El dolor que siento hoy sería suficiente razón para terminar con lo que sea que lo este provocando, después de todo para eso está, para avisarnos que algo anda mal con nuestro cuerpo y que deberíamos revisarlo y, en lo posible, acabar con la causa. Sin embargo en este caso, el dolor significa progreso, significa que estoy yendo para algún lado, con suerte un poco más cerca de mi meta final. De esta manera podemos encontrarle diferentes significados al dolor que no tienen que ser necesariamente negativos, que es lo que uno esperaría, y ahí es donde entra Kiznaiver.

Kiznaiver es una serie sobre el dolor, sobre las relaciones que se forjan a través de este. A pesar de su obvia connotación dramática, con eso de tener gente compartiendo su dolor y todo eso, de hecho logra volverse una serie colorida, animada y divertida, lo cual es el sello del Studio Trigger después de todo.

PARTY AT THE DISCO
Esto es un punto importante de la serie, porque si bien tiene momentos de dramatismo, y por Dios esos momentos son una bestia completamente diferente, el show brilla más cuando no hay preocupaciones de por medio, cuando los personajes pueden expresarse, interactuar entre ellos y darnos momentos de alegría. Kiznaiver goza de un cast de personajes colorido y carismático que uno simplemente quiere ver salir de cualquier situación en la que se mete, excepto por Chidori, que se joda Chidori.
Esto, combinado con una dirección particularmente asombrosa de parte de Hiroshi Kobayashi, sobre todo teniendo en cuenta que es más o menos un novato en este departamento, hacen que Kiznaiver sea una serie muy divertida de ver, cuando no se ponen serios al menos. Y hablando de ponerse serios, creo que es hora de hablar del elefante en el cuarto: el guión, o más bien dicho, el guión de Mari Okada.

Pero primero tomen una Nico. Por nada.
Es bien sabido que la señorita Okada es una amante del melodrama, y si bien en este show en particular le ajustaron bastante la correa, hay episodios donde se nota que es ella la que toma las riendas, lo cual lleva a momentos donde, si bien la ejecución no decepciona, el guión si lo hace y se llena de drama muy obviamente forzado que desentona con el ambiente más relajado que la serie tiene hasta que se llegan a esos puntos. La dirección compensa con visuales fuertes, lo cual maquilla un poco los momentos de mayor debilidad de la serie, pero eso no es del todo suficiente para hacer que cualquiera termine con una ceja levantada cuando las cosas se ponen más serias. A esto se le suma el hecho de que el mismo sistema Kizna, que es el eje central de la serie, se convierte en su punto más débil, más incluso que el susodicho drama. Es algo que funciona únicamente como concepto pero que al querer desarrollarlo la serie se topa con el hecho de que es un sistema que carece de sentido, incluso dentro del contexto de un Sci-fi y que ni siquiera es particularmente interesante por si solo, por lo que el show evita tocar el tema hasta el ultimo momento.

Lo mismo digo
Es por esto ultimo que la serie termina en un final, decente si, pero con un deje de insatisfacción debido a la necesidad de cerrar todo el arco del sistema Kizna opacando lo que hubiera sido una mejor conclusión en el episodio anterior a este. Pero al final, eso no es de lo que va Kiznaiver. Este es un show sobre la amistad, sobre el dolor que uno aguanta solo por estar relacionado a una persona que le importa, y a pesar de lo cursi que pueda sonar el concepto, eso es algo que esta serie maneja bien. Porque por cada triángulo amoroso extraño, por cada lío que se arme por el sistema Kizuna, siempre hay una fiesta con amigos en la playa, una salida loca y más importante siempre hay una Nico. Porque por si no lo deje lo suficientemente claro, Nico es el paty de esta hamburguesa.

Y se ve constantemente asombroso, eso siempre suma.
Kiznaiver no es exactamente lo que se llamaría consistente en su calidad, pero su fuerte presentación puede llegar a ser suficiente para venderte hasta sus momentos más débiles, pero incluso si no es así, creo que vale la pena por sus momentos más locos, por aquellos que divierten, por esos que se quedan en tu memoria, después de todo ¿Que la amistad no es igual?

Sony se puso bastante forra con el tema así que acá tienen Take on Me

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