Estudio: Sunrise
Episodios: 25, duración normal.
Géneros: Drama, Acción, Mecha, Ciencia Ficción, Aventura.
Resto de la ficha
Buenas gente, esta vez le traeré la reseña de la última entrega televisiva de esta enorme franquicia.
Pero primeeeeeeero, otro de mis característicos incisos para responder un interrogante muy común:
“¿Se necesitan conocimientos previos o ver algo antes de esto?”
Respuesta corta: No.
Respuesta larga: En general de las series de la franquicia son obras que no requieren ver específicamente algo a modo previo. Pero hay que hacer una distinción: las series de la franquicia siguen un calendario por continuidad y existen básicamente dos: Universal Century (la serie original) y las que no son Universal Century. Las primeras a menudo pueden funcionar por sí mismas, pero suelen requerir conocimientos previos (no la gran cosa verdaderamente) para el contexto. Las segundas son absolutamente independientes, incluso entre ellas; Gundam IBO pertenece a estas últimas.
Y no, esta serie no copió -casi- nada a A/Z... Otro día -quizá- me dirigiré a eso sólo por curiosidad.
Aclarado eso, comencemos:
Aclarado eso, comencemos:
Sinopsis
323 años después de una enorme guerra, luego llamada la "Guerra de la Calamidad" ("Calamity War"), el mundo se encuentra dividido en tres grandes bloques económicos; con la organización Gjallarhorn como su fuerza militar encargada de mantener el control sobre las empobrecidas colonias espaciales, entre las que se incluye Marte.En este escenario, una joven política de la aristocracia marciana, llamada Kudelia Aina Bernstein, comienza a gestar un movimiento independentista y contrata una organización paramilitar para que sea su escolta hasta la tierra, donde pretende negociar reformas. Específicamente pide que se le asigne la "tercera unidad" a los fines de interiorizarse con su situación y velar mejor por los interés del pueblo marciano. Dicha unidad es liderada por Orga Itsuka y está compuesta por huérfanos y esclavos entre los que se encuentra el mejor piloto, Mikazuki Augus; ambos amigos con un magro pasado y un objetivo en común.Poco imaginaba Kudelia que ella sería un peón de maquinaciones políticas que intenta instigar un conflicto y que sólo contará con la lealtad de los huérfanos en busca de un lugar al que pertenecer.
Desarrollo
Gundam Iron-Blooded Orphans (o "GIBO") es la última entrega televisiva de Studio Sunrise dentro del mecha y, como observarán quienes hayan más o menos seguido la tendencia popularizada por CG, esto va de adolescentes al poder y revolución -adoro esa imagen- cosa que suele contener una combinación de personajes excéntricos, subtramas alocadas, momentos polémicos y demás particularidades. ¡Y está la Okada acá!
¿Te imaginas con eso cómo es GIBO?
Disculpa el anticlímax, pero lo que sea que te imagines está errado. Este Gundam no sólo posee un tono casi absolutamente serio, sino que también es coherente. Esto no es poco -debo decirte-, cuesta un poco encontrar esta combinación en la memoria reciente. Si algo, personalmente debo reconocer a esta serie como la que mejor desarrolló esta idea, pero ya me dirigiré a eso.
GIBO es, como todo Gundam, la historia de un conflicto armado y de dramas personales intersecadas con este, sólo que en este caso no hay realmente una guerra como tal. Más bien una misión, una aventura, de un grupo de mercenarios que protegen y apoyan a la figura de una heroína que los lidera a nivel político, mientras Orga Itsuka lidera a nivel táctico con el apoyo de sus compañeros, siendo el piloto Mikazuki el encargado de eliminar a quien haga falta en una relación tipo "uno planea, el otro ejecuta".
La serie comienza con un ritmo frenético, cargado de acción y algo, aunque mínimo, de gestión táctico-militar. Durante estos primeros episodios se presentan algunas bases a los que serán los episodios más lentos donde se expanden las principales temáticas: desigualdad, el asunto de los niños soldados, la familia, el peso del liderazgo, la decadencia del gobierno central y su corrupción, en otros.
Este asunto quizá sea un poco controvertido para algunos, pero no hay realmente un problema de ritmo -exceptuando, a lo sumo, en tres episodios donde se plancha- en esta serie, sólo es lenta, y lo es porque se detiene a expandir la caracterización y el desarrollo de su mundo.
De todos modos no diré que es impecable aún por considerarla lenta, pues los flashback de los que hace uso -y algo de abuso en la última parte- tienden a hacer un quiebre narrativo un tanto brusco que largamente dejan "gusto a nada"; son mayormente prescindibles y no están muy bien integrados con el resto de la serie.
Relacionado a lo anterior, la cuestión por la que quizá haya una controversia más real, generalmente causada por los comentaristas más """conocedores de la franquicia""" es el ratio acción/no-acción de la serie. Ciertamente, una serie mecha atrae un público muy específico: los infantiloidescomo yo que disfrutan de ver dos robotitos gigantes destrozándose entre ellos y aborrecen todo lo que no sea o lleve a eso y a comprar juguetes ¿Viste lo genial que es el Barbatos y sus personalizaciones?. Sea o no legítimo este reclamo, la acción de esta serie es algo remarcable desde todo aspecto importante: animación, arte, creatividad y tensión. Quizá no en cantidad, pero sí favoreciendo la calidad de la trama, siendo esto favorable ya que no cae tan evidentemente en tendencias como "el villano de la semana" ni en pobres excusas para justificar una batalla por episodio.
La peleas cuando están son relevantes a la historia, y cuando no están, hay caracterización.
Hablar de la caracterización acá es un tanto complejo, a casi todo lo que se pueda comentar de esto se le debe agregar un "pero". Es sin duda un problema inherente a este tipo de historia de aventura donde todo el tiempo entran y salen personajes y facciones, y -encima- tiene múltiples personajes con roles protagónicos y otra cantidad considerable de soporte regular tras cada uno de ellos.
En una palabra la describiría como "fragmentada": los roles de soporte a veces tienen más tiempo en pantalla que algunos protagonistas como Mika -el designado como principal en virtud de poco más que ser el piloto del Gundam de la portada- donde se les da un grado de relevancia e impacto en la trama no siempre suficiente, aunque se tocan los temas de fondo como su situación.
Normalmente cuando uno lee o ve "niños soldados" en seguida viene una ola de drama asociado con lo trágico, violento y, en general, cruel del tema, todo visto desde una moralidad externa; GIBO, en cambio, hace otra cosa con esto y con varios otros temas, a los que me dirigiré luego. Para empezar, representan el aspecto trágico desde varios trasfondos con menor o mayor nivel de voluntarismo, algunos simplemente eligieron esa vida y otros son esclavos, mas todos tienen una marcada tendencia a considerar natural la violencia en sus vidas mientras lamentan compañeros caídos, viven y funcionan como personas, y no son simples robots sin sensibilidad. Ellos están caracterizados como carentes de una posición moral respecto de la violencia: si alguien los amenaza o les causa algún daño reaccionan unidos bajo la insignia de proteger a los suyos y lo eliminan sin mayor cuestionamiento para seguir con sus vidas en relativa normalidad. La serie hace mucho esto de contraponer la crueldad de algunas situaciones con un tono esperanzador y relajado del resto de las situaciones.
Honestamente no sé si es la representación más realista que hay, aunque, considerados todos los aspectos que presentó la serie, lo veo razonable y en mi opinión hasta refrescante en contraste a la norma en ficción, donde parece que la única forma de tratar bien un tema serio es siendo cínico.
Orga tiene un arco personal de principio a fin enfocado en su rol como jefe de las tropas que quiere proteger y considera familia, que peca de ser un tanto redundante. Su arco es uno de los ejes dramáticos de la historia y uno de los que más tiempo dedicado tuvo, pero las escenas en su mayoría consistieron en exponer su personaje, sus temores, dudas, más que un desarrollo como tal. Es decir, en relación al tiempo invertido, se le da un desarrollo regular -no necesariamente malo- que no enriquece su personaje más allá de ser un líder joven reaccionista y que suele orquestrar la reacción grupal que antes mencioné.
Lo cuestionable de su arco es desde lo estructural: es que es el que menos intersecta con los demás protagonistas. De a momentos la serie se ve en problemas de integrar el rol de este con el de Kudelia sin desmerecer a ninguno, por eso hasta que casi hace de cuenta que no pueden existir a la vez en una escena. No es para nada algo tan extremo como para decir que son dos series independientes dentro de una, pero refleja un problema de cohesión que no está muy alejado de serlo. Situación ya un tanto más injertada es su relación con Mikazuki: para ser tan anunciada su amistad por doquier dentro (un flashback reiterado varias veces) y fuera de la serie, comparten menos escenas que con los secundarios.
Kudelia por su parte tiene una presentación arquetípica que le ganó detractores en la audiencia desde el día uno: la princesa/aristocrática ingenua que cree saber de la realidad, cuando es una inútil consciente de serlo y se la pasa a lamentos durante varias escenas en múltiples episodios.
Si en algún lado está más clara la influencia de Okada es en lo que constituye lo anterior, aunque es mayor el paralelo con otras heroínas de la franquicia que dicha influencia.
Kudelia desde el primer momento con los huérfanos desarrolla el eje dramático más abarcativo de temas. Su arco consiste en lo que uno podría llamar "la parte Slice of Life" de la serie, esto es, las relaciones personales con la tripulación.
La serie hace un esfuerzo importante en afianzar su rol más humanista, comprometiéndose con los huérfanos en un rol de madre/hermana sustituta que hace al aspecto más enternecedor de la serie, y a cumplir su propia premisa de interiorizarse con los carenciados de su sociedad. Todo esto la constituye en una figura admirable como se plantea hacer de ella la serie y le da una destacable caracterización.
Por otra parte, su rol en la historia -incluso el pasivo en la primera mitad- pasa por muy apropiado. En estas cosas con líderes adolescentes tenemos normalmente una figura a la que todos responden sin más, en virtud de una capacidad de dar discursos rebuscadamente convincentes o a base de la mera conveniencia de unos cuántos saltos lógicos... O simplemente estamos en el medievo futuristao en Inglaterra o España y alguien sigue tomando en serio a la realeza.
GIBO no hace nada de eso, ella es relevante en función de lo útil de lo que representa para los objetivos de cada facción y su rol está -particularmente en los últimos arcos- en mediar y contraponer sus intereses para lograr lo que se propone. Si esto no te parece de lo más verosímil que hay, entonces no sé qué lo es.
Finalmente tenemos Mikazuki el piloto principal. Mika es otro de esos personajes que cumplen una imaginaria lista de caracteres asociados a su rol (como Orga). Es estoico, frío, calculador, serio y super competente en todo lo que signifique acribillar gente; o sea, es igual al de A/Z. Aunque siendo justos eso es en sí una primera impresión.
No son los grandes detalles ni algo particularmente especial, pero él cuenta con diversos modismos, algunos sutiles y otros no, como con algunas reacciones que responden más acerca de la idea de rehabilitar un niño-soldado como él, que ahí es dónde va de la mano del desarrollo de Kudelia.
Si bien no es quizá un personaje tan destacable como varios de su cast de soporte, hace de un bien como mediador para exponer las temáticas de desigualdad. También es una desviación a casi todos los protagonistas de la franquicia: su arco no es sobre "encontrar una razón para pelear" o luchar por las patrañas idealistas que le ganan críticas a la franquicia; es uno de esos personajes que comienza con una motivación muy definida (por más sencilla parezca) desde el principio, y con la que responde a todas las situaciones. Eso se traduce en un gag recurrente algo brutal cuando, rechazando las convenciones de honor de sus contrincantes, apunta a ejecutar y aplastar las cabinas de sus enemigos e ignorar lo que dicen.
Los antagonistas. Hasta ahora vengo hablando bien de la caracterización, pero -y este es uno bien grande- este aspecto muestra una gran falencia que resalta con fuerza del lado antagónico: el guión.
Hasta ahora mencioné cómo GIBO se desvía de algunas cuestiones que hacen de los "vicios" de este tipo de historias; sin embargo, hay uno del que no se deshicieron: "adulto con poder=estúpido corrupto", "los adultos (con poder) son opresores y villanos con ninguna cualidad positiva", "soy un adulto (con poder) y esta es mi motivación y/o agenda malvada como la escoria que soy", y demás variaciones es la primera línea de diálogo (o más bien monólogo) de todos los antagonistas de la serie. Especialmente en el principio -digo ahí porque quizá luego me acostumbré- es grosero como los hacen de básicos. Luego pasan a mezclarlos con flashbacks de su pasado que interrumpen la continuidad del episodio y aglutinan montones de trasfondo, uno bien prescindible para colmo.
Estas cosas terminan por trasladarse, sucediendo también con los personajes de soporte principal una vez más avanzada la historia y la completa pérdida de sutileza de algunas cosas llega a entorpecer los puntos dramáticos o hacerlos muy obvios.
A consecuencia de esto, la serie pierde bastante rigor y el guión puede pasar por no natural... de a momentos.
Aclaro, no estoy diciendo que sea la panacea o que hayan hecho algo muy particular; sólo que hay un mérito por parte de la escritura en presentar una historia de este tipo donde están presentes al menos 5 facciones distintas, con diversos intereses, operando sobre las consecuencias del accionar del protagonistas y especulando sobre el declive de la administración central, y que eso sea lo suficientemente claro para no prestar confusión.
GIBO es la historia de una activista política que desea hacer más equitativo el mundo y sus guardaespaldas que añoran eso. Todo eso tiene por detrás el cómo múltiples facciones terminan provocando y capitalizando en la facción en declive que establecía el orden mundial; siendo nuestra protagonista el peón designado para agitar las cosas, apoyándole porque es redituable.
Por otro lado el asunto de la "Guerra de la Calamidad" no es un trasfondo decorativo y despierta curiosidad en cómo llevó a ese contexto. De partida esto explica el éxito militar de los huérfanos, pero también está muy presente en un legado palpable en los detalles que suelta, siendo la presencia de los niños soldados sólo uno. También está la -implicada- aceptación y naturalización de prácticas que son moralmente reprochables. Naturalmente hay personajes que representan los valores actuales para hacer de contraste moral, pero GIBO deja en claro que toma más que voluntarismo mejorar.
¿Te imaginas con eso cómo es GIBO?
Disculpa el anticlímax, pero lo que sea que te imagines está errado. Este Gundam no sólo posee un tono casi absolutamente serio, sino que también es coherente. Esto no es poco -debo decirte-, cuesta un poco encontrar esta combinación en la memoria reciente. Si algo, personalmente debo reconocer a esta serie como la que mejor desarrolló esta idea, pero ya me dirigiré a eso.
GIBO es, como todo Gundam, la historia de un conflicto armado y de dramas personales intersecadas con este, sólo que en este caso no hay realmente una guerra como tal. Más bien una misión, una aventura, de un grupo de mercenarios que protegen y apoyan a la figura de una heroína que los lidera a nivel político, mientras Orga Itsuka lidera a nivel táctico con el apoyo de sus compañeros, siendo el piloto Mikazuki el encargado de eliminar a quien haga falta en una relación tipo "uno planea, el otro ejecuta".
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| Es crudo como suena eso |
Este asunto quizá sea un poco controvertido para algunos, pero no hay realmente un problema de ritmo -exceptuando, a lo sumo, en tres episodios donde se plancha- en esta serie, sólo es lenta, y lo es porque se detiene a expandir la caracterización y el desarrollo de su mundo.
De todos modos no diré que es impecable aún por considerarla lenta, pues los flashback de los que hace uso -y algo de abuso en la última parte- tienden a hacer un quiebre narrativo un tanto brusco que largamente dejan "gusto a nada"; son mayormente prescindibles y no están muy bien integrados con el resto de la serie.
Relacionado a lo anterior, la cuestión por la que quizá haya una controversia más real, generalmente causada por los comentaristas más """conocedores de la franquicia""" es el ratio acción/no-acción de la serie. Ciertamente, una serie mecha atrae un público muy específico: los infantiloides
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| Frecuentemente hace planos "épicos" como este, aunque no esperes ese nivel detalle o consistencia fuera de las peleas. |
La peleas cuando están son relevantes a la historia, y cuando no están, hay caracterización.
Caracterización: "de más a menos a más"
Hablar de la caracterización acá es un tanto complejo, a casi todo lo que se pueda comentar de esto se le debe agregar un "pero". Es sin duda un problema inherente a este tipo de historia de aventura donde todo el tiempo entran y salen personajes y facciones, y -encima- tiene múltiples personajes con roles protagónicos y otra cantidad considerable de soporte regular tras cada uno de ellos.
En una palabra la describiría como "fragmentada": los roles de soporte a veces tienen más tiempo en pantalla que algunos protagonistas como Mika -el designado como principal en virtud de poco más que ser el piloto del Gundam de la portada- donde se les da un grado de relevancia e impacto en la trama no siempre suficiente, aunque se tocan los temas de fondo como su situación.
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| La "tercera unidad" o "Tekkadan", como empezaron a llamarse post-reestructuración |
Honestamente no sé si es la representación más realista que hay, aunque, considerados todos los aspectos que presentó la serie, lo veo razonable y en mi opinión hasta refrescante en contraste a la norma en ficción, donde parece que la única forma de tratar bien un tema serio es siendo cínico.
Los protagonistas
Por su parte, los personajes principales tienen sus arcos de desarrollo bien identificados:Orga tiene un arco personal de principio a fin enfocado en su rol como jefe de las tropas que quiere proteger y considera familia, que peca de ser un tanto redundante. Su arco es uno de los ejes dramáticos de la historia y uno de los que más tiempo dedicado tuvo, pero las escenas en su mayoría consistieron en exponer su personaje, sus temores, dudas, más que un desarrollo como tal. Es decir, en relación al tiempo invertido, se le da un desarrollo regular -no necesariamente malo- que no enriquece su personaje más allá de ser un líder joven reaccionista y que suele orquestrar la reacción grupal que antes mencioné.
Lo cuestionable de su arco es desde lo estructural: es que es el que menos intersecta con los demás protagonistas. De a momentos la serie se ve en problemas de integrar el rol de este con el de Kudelia sin desmerecer a ninguno, por eso hasta que casi hace de cuenta que no pueden existir a la vez en una escena. No es para nada algo tan extremo como para decir que son dos series independientes dentro de una, pero refleja un problema de cohesión que no está muy alejado de serlo. Situación ya un tanto más injertada es su relación con Mikazuki: para ser tan anunciada su amistad por doquier dentro (un flashback reiterado varias veces) y fuera de la serie, comparten menos escenas que con los secundarios.
Kudelia por su parte tiene una presentación arquetípica que le ganó detractores en la audiencia desde el día uno: la princesa/aristocrática ingenua que cree saber de la realidad, cuando es una inútil consciente de serlo y se la pasa a lamentos durante varias escenas en múltiples episodios.
Si en algún lado está más clara la influencia de Okada es en lo que constituye lo anterior, aunque es mayor el paralelo con otras heroínas de la franquicia que dicha influencia.
Kudelia desde el primer momento con los huérfanos desarrolla el eje dramático más abarcativo de temas. Su arco consiste en lo que uno podría llamar "la parte Slice of Life" de la serie, esto es, las relaciones personales con la tripulación.
La serie hace un esfuerzo importante en afianzar su rol más humanista, comprometiéndose con los huérfanos en un rol de madre/hermana sustituta que hace al aspecto más enternecedor de la serie, y a cumplir su propia premisa de interiorizarse con los carenciados de su sociedad. Todo esto la constituye en una figura admirable como se plantea hacer de ella la serie y le da una destacable caracterización.
Por otra parte, su rol en la historia -incluso el pasivo en la primera mitad- pasa por muy apropiado. En estas cosas con líderes adolescentes tenemos normalmente una figura a la que todos responden sin más, en virtud de una capacidad de dar discursos rebuscadamente convincentes o a base de la mera conveniencia de unos cuántos saltos lógicos... O simplemente estamos en el medievo futurista
GIBO no hace nada de eso, ella es relevante en función de lo útil de lo que representa para los objetivos de cada facción y su rol está -particularmente en los últimos arcos- en mediar y contraponer sus intereses para lograr lo que se propone. Si esto no te parece de lo más verosímil que hay, entonces no sé qué lo es.
Finalmente tenemos Mikazuki el piloto principal. Mika es otro de esos personajes que cumplen una imaginaria lista de caracteres asociados a su rol (como Orga). Es estoico, frío, calculador, serio y super competente en todo lo que signifique acribillar gente; o sea, es igual al de A/Z. Aunque siendo justos eso es en sí una primera impresión.
No son los grandes detalles ni algo particularmente especial, pero él cuenta con diversos modismos, algunos sutiles y otros no, como con algunas reacciones que responden más acerca de la idea de rehabilitar un niño-soldado como él, que ahí es dónde va de la mano del desarrollo de Kudelia.
Si bien no es quizá un personaje tan destacable como varios de su cast de soporte, hace de un bien como mediador para exponer las temáticas de desigualdad. También es una desviación a casi todos los protagonistas de la franquicia: su arco no es sobre "encontrar una razón para pelear" o luchar por las patrañas idealistas que le ganan críticas a la franquicia; es uno de esos personajes que comienza con una motivación muy definida (por más sencilla parezca) desde el principio, y con la que responde a todas las situaciones. Eso se traduce en un gag recurrente algo brutal cuando, rechazando las convenciones de honor de sus contrincantes, apunta a ejecutar y aplastar las cabinas de sus enemigos e ignorar lo que dicen.
Los antagonistas. Hasta ahora vengo hablando bien de la caracterización, pero -y este es uno bien grande- este aspecto muestra una gran falencia que resalta con fuerza del lado antagónico: el guión.
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| Estos dos son dos personajes interesantes, y ni ellos se salvan de esta |
Estas cosas terminan por trasladarse, sucediendo también con los personajes de soporte principal una vez más avanzada la historia y la completa pérdida de sutileza de algunas cosas llega a entorpecer los puntos dramáticos o hacerlos muy obvios.
A consecuencia de esto, la serie pierde bastante rigor y el guión puede pasar por no natural... de a momentos.
El mundo
Si algo podemos obtener como estrictamente positivo, aún en todo este planteo de irregularidad que fue la caracterización, es que GIBO logra a través de los mejores aspectos de su caracterización, trama y guión algo que no es poca cosa: desarrollar su mundo.Aclaro, no estoy diciendo que sea la panacea o que hayan hecho algo muy particular; sólo que hay un mérito por parte de la escritura en presentar una historia de este tipo donde están presentes al menos 5 facciones distintas, con diversos intereses, operando sobre las consecuencias del accionar del protagonistas y especulando sobre el declive de la administración central, y que eso sea lo suficientemente claro para no prestar confusión.
GIBO es la historia de una activista política que desea hacer más equitativo el mundo y sus guardaespaldas que añoran eso. Todo eso tiene por detrás el cómo múltiples facciones terminan provocando y capitalizando en la facción en declive que establecía el orden mundial; siendo nuestra protagonista el peón designado para agitar las cosas, apoyándole porque es redituable.
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| Este mapa hirió varias susceptibilidades |
En Conclusión
A pesar de sus problemas de inconsistente calidad de guión, Gundam Iron-Blooded Orphans logra asentar una buena historia con cierto grado de complejidad. Es sólida, mayormente enfocada y con un gran esfuerzo por establecer un mundo polarizado sin simplificarlo en un "nosotros -o 'los buenos'- y ellos", con un tono esperanzador que habla de personajes haciendo lo mejor de su situación bajo el valor de la familia.
Si eso no te interesa como puede hacerlo la acción, GIBO destaca la completa ausencia de armas láser y el énfasis en combate de corto alcance con conclusiones un tanto brutales (sin gore) y coreografías emocionantes.
En definitiva es una entrada bastante completa para la franquicia y es apropiada como punto de partida para quien le interese adentrarse en Gundam. Tiene segunda temporada confirmada para Fall, y aunque resulte ser terrible -espero no estar tentando la suerte con esto- no disminuirá mi consideración de esta que termina concluyendo varios conflictos principales a la vez que deja un margen considerable para que la segunda temporada haga lo suyo. Esto junto al enorme mundo presentado, sin embargo, puede hacer que deje la percepción de que a la serie le faltó algo de fuerza como crítica final.
7.5
Un anime de buen contenido en general, pero con un defecto de gran envergadura
Disfruté mucho hacer esta reseña, ojalá disfrutes leerla.
Como no sé qué reseñar luego, hagamos esto: el comentario con más votos elije el anime que haré (mientras sea de 2 cours o menos).
A ver qué sale... D:
Nos veremos!
xvv
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