La programadora genio Magata Shiki vive aislada dentro de un laboratorio en una isla solitaria desde que era una niña. El profesor asociado de la universidad de Nagono, Souhei Saikawa y Moe Nishinosono desean conocer a Shiki en persona, por lo que visitan el laboratorio, pero terminan involucrados en un asesinato.

¿Se mantiene a flote este barco?

Resumido de forma simple, The Perfect Insider es un whodunit, un misterio de homicidio en el que uno de los involucrados al momento de ser cometido es el asesino y es el trabajo del protagonista descubrir quien fue y al final de la serie cantar “Fue la Señora Violeta en el Comedor con el Candelabro”. Pero al contrario de la mayoría de series de este estilo, Subete es más leeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenta, mucho más leeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenta. La idea de un whodunit clásico, como Rokka no Yuusha para poner un ejemplo reciente, es mantener al espectador constantemente adivinando quien podría ser el culpable y a los personajes en una tensión constante porque la persona con la que estaban hablando hace cinco minutos podría ser culpable de un homicidio.

Buenos Días ¿Oyó la palabra de nuestro Señor Sócrates?

En cambio Subete lo que hace es… discutir sobre filosofía casualmente con cada uno de los involucrados en el asesinato. Repetidas veces. Una de esas veces en Engrish. Porque pueden. Hay una serie de investigaciones que se llevan a cabo en laboratorio para tratar de desvelar el misterio y hay pedazos del pasado de Magata Shiki desperdigados por la serie que tienen que ver con su muerte, pero por la mayor parte, la serie va sobre un montón de gente hablando sobre filosofía, sobre el sentido de la vida y sobre si matar es algo inherente al ser humano, y tan interesante como eso suene, y tan hipócrita como les pueda parecer viniendo del fan de Monogatari, ver a dos personas conversando durante varios capítulos seguidos sin que la trama avance, no solo no es entretenido sino que es hasta… pretencioso. Denme un minuto que me voy a lavar la boca con jabón.

¿Importa?

“Pretencioso” es una palabra que me irrita un poco, la verdad. “Querer parecer más inteligente de lo que se es realmente” ¿Pero y si la obra en cuestión es tan inteligente como parece? O incluso si simplemente es una obra que busca hacerse la intelectual, si entretiene o si logra comunicar su mensaje de esa manera sin que te quieras pegar un tiro en el proceso ¿Realmente es algo tan malo? Tampoco ayuda que sea una palabra mayormente usada para decir “No me gusta esta serie aclamada por su inteligencia, pero no quiero que me digan que estoy siendo subjetivo” como si la subjetividad no fuera algo inherente a no ser un puto robot. Lo que quiero decir es que, cuando dos personas se ponen a hablar en Subete y una de las partes comienza la conversación con “Realmente soy la misma persona que ayer” y bla bla bla, no siento que haya dos personas hablando, siento que hay dos maquinas en la pantalla con frases pre-programadas con el objetivo de que cuando termine la conversación yo diga “Ah, mira vos” y eso provoca que no pueda conectar con ninguno de los personajes, porque ninguno me parece ni remotamente humano.

All your base are belong to us

La serie parece tratar de remediar esto haciendo que los personajes tengan ciertas peculiaridades, como que Souhei se la pase usando remeras de animalitos y que le cueste un huevo meterse un colirio y que Moe sea una molesta de mierda todo el tiempo y se ponga celosa ante la primera mina que se acerque a Souhei o que haya un secundario que habla en Ingles, lo que incluso lleva a medio capitulo hablado en Engrish, una experiencia que no le recomiendo a nadie, aunque llega un punto en que se vuelve tan ridículo que es hasta gracioso.

Volviendo a Subete siendo una serie lenta, la idea de una serie con este tipo de ritmo es el build-up y una conclusión que lo justifica, que después de varios episodios de desarrollo, suceda un plottwist en el final o tenga unos últimos capítulos tan épicos que hagan que la espera haya valido la pena, donde se me vienen a la mente series como Shiki o Steins;Gate. En el caso de Subete debo decir que, en cierta manera, cumple con esto también. El plottwist final es bastante elaborado e incluso si se lo puede esperar si se presta atención, yo personalmente me quede bastante sorprendido por un rato y de hecho el episodio donde revelan este plottwist me pareció un episodio excelente. Pero es un episodio de los 11 que tiene la serie y no puedo decir que los otros 10 me hayan satisfecho exactamente. Tampoco diría que los llegue a odiar, simplemente que no parecen avanzar nunca y se quedan estancados clase de filosofía tras clase de filosofía, lo cual me parece mas sorprendente cuando la mayoría de los personajes son programadores, aunque eso es arena de otro costal.

BLOOD FOR THE BLOOD GOD

Al final del día, Subete ga F ni Naru es una serie de Noitamina. Es ciertamente una experiencia diferente, aunque no necesariamente por eso la consideraría superior, lo que me mantenía viendo la serie eran más que nada sus magníficos OP y ED, expresivos y pegajosos como son, sin mencionar que todo un espectáculo. El show aburre bastante y solo se mantiene en pie dependiendo de cuanto consideres el final como sorprendente, lo suficiente como para compensar por 10 posiblemente aburridos capítulos.

Terminar sin filosofar un poco seria anti-climático igual, así que allé voy: “¿El mal existe? Y si es así ¿Puede ser detectado y cuantificado?” Pregunta retorica Morty, la respuesta es “SI” solo tienes que ser un genio.