Escrita por: Josdavi



Lidiar con drama en un anime puede llegar a ser tedioso, en especial cuando la historia se enfoca en eso, incluso podría volverse contraproducente si no presenta otros elementos que acompañen esta categoría para que sea más llevadera. Hisone to Maso-tan tiene una historia de fantasía tan particular como sus conflictivos personajes, es un anime que lidia con muchos elementos, entre ellos el drama, el cual está siempre presente siendo manejado muy bien, al menos en su primera parte.

Datos técnicos
Género:                                   Fantasía, Comedia, Drama
Estudio:                                   Bones
Fuente:                                    Original
Dirección Ejecutiva              Shinji Higuchi (Evangelion)
Guion                                 Mari Okada (Anohana, Gundam IBO)
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Desde tiempos inmemoriales las criaturas mitológicas han existido en el mundo, y los humanos han interactuaro con ellas desde un principio. Sin embargo, siempre han ocurrido conflictos. Guerras por la obtención de poder y cuidado de estos seres ocasionaron que, con el tiempo, vivan ocultos y muchos de ellos bajo el resguardo de humanos. Incluso en la actualidad cooperan juntos, como por ejemplo, dragones siendo “piloteados” por miembros de la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón (FAAJ). Hisone Amakasu es una joven con problemas de personalidad y comunicación que, sin tener un objetivo claro en su vida, decide alistarse en la FAAJ de la base Gifu. Allí encontrará su rol como D-Pilot, y descubrirá que la FAAJ tiene dragones camuflados como naves de combate a su disposición, entre ellos, Masotan.
Masotan, the mecha dragon

La premisa de Hisone to Maso-tan (Hisomaso) es bastante curiosa, surreal y en especial absurda. Eso también incluye en cómo son piloteados los dragones, siendo las D-Pilot mujeres tragadas para sincronizar dentro de la criatura y trabajar al unísono. Aunque no se puede negar que hay una interesante analogía en la manera de cómo funciona la interacción entre piloto y dragón (sumado al labor que hay de por medio). Primero, el dragón (que es una criatura inteligente) engulle al piloto, luego esta criatura hace uso de la vida del piloto y es cuando éste puede manejar a voluntad el cuerpo del dragón. Incluso la misma serie advierte que esto es una locura, por lo impráctico que resulta pilotar un dragón para que esté camuflado en los cielos como una nave, sin embargo, todos los personajes se toman muy en serio este tema. Al ser asumido como un hecho incuestionable. Las emociones de las D-Pilot son determinantes para poder manejar al dragón

Hisone, es una novata en toda regla y no tiene reparos en decir lo que piensa, es tal el grado de sinceridad de sus palabras que hasta llegan a ser hirientes y desagradables. Ella es consciente de esto y por eso vive en represión al no poder controlar sus palabras, pero en el fondo ella desea ser libre de poder expresarse adecuadamente. Masotan es un dragón que vive en una condición similar a la de Hisone, encadenado y sin poder volar libremente porque sin ayuda de un piloto podría ser incapaz de controlar su instinto animal, volverse violento y herir a los demás. Luego, con la aparición de los demás personajes (y pilotos) refuerzan esta idea del “deber” en el trabajo y mantener en orden sus vidas. Sobre las pilotos; Eri Hoshino es la que se toma muy en serio su labor, e incluso objetiviza a los dragones como herramientas de trabajo. Ririko es la que actúa bajo el principio de hacer solo lo necesario, ya que el trabajo -y las interacciones sociales- la agotan mucho. Hitomi, por su parte, es la que ama su trabajo como D-Pilot y disfruta cuidar del dragón Futomomo, ella es una dragon thicc pilot con bastante sentido maternal.


Hisone in a nutshell

Ahora hablemos sobre la ejecución de la trama. Mari Okada tuvo una participación clave en el guion, especialmente para la introducción y cierre de la historia (Uno de sus recientes y más resonados trabajos fue en Gundam IBO). Cuando hablamos de ella es imposible no mencionar los altos niveles de dramatismo que logra con sus historias, algunas veces lo ejecuta bien, logrando un buen desarrollo inicial en sus personajes, pero hay casos (cof…cof…Mayoiga) donde la historia no presenta pies ni cabeza y el drama llega a niveles insoportables. En el caso de Hisomaso, considero que en cuanto a personajes logra un decente manejo de presentación y desarrollo, en la primera mitad de la serie fue muy buena en ese aspecto, los personajes se presentaron armoniosamente y en el transcurso lidiaban con sus problemas (como el de Hoshino y Hisone), tanto en manejar sus vidas como aprender a pilotear a sus dragones y valorarlos como seres vivos. El punto de inflexión se da en el episodio 7 y las riendas de lo que sucede se vuelven difusas y un objetivo nuevo aparece en la misión de las pilotos. Este es el momento donde las cosas se salen fuera de la temática anterior y empezamos a ver un drama con aires de romance meloso sobre cómo lidiar con el trabajo y el amor. 
                     
How to not get in the fucking robot dragon
                                       
Es a partir de la segunda mitad de la serie donde las cosas se tornan demasiado metafóricas, y el tema de superación personal es encaminado para tratar exclusivamente de temas amorosos y sentimentales, sobre cómo controlarlos o incluso suprimirlos del todo. En mi opinión esto tiene sentido para tratar el tema de controlar a los dragones (y la misión final que tienen), pero a costa del sacrificio personal de sus pilotos. Esto se da junto a la tardía introducción algo forzada de otra criatura mitológica considerada divina, aunque no me agradó del todo el peso de importancia de este nuevo escenario, aprecié bastante la crítica que daba la serie contra el tradicionalismo japonés de la religión y el Estado. Temas debatibles como aceptar el rol que la sociedad impone desde el nacimiento, sea por género o sangre de familia. Lidiar con el amor y el trabajo junto a normas que el Estado establece con los ciudadanos y que cuestionarlas es ir contra lo “normal”. Pero como mencioné antes, todo esto se ve en los últimos episodios y de manera muy difusa sin un objetivo en concreto. No estuvo mal, sin embargo siento que intentaron abarcar mucho para el poco tiempo disponible. 


Best gilf

Visualmente hablando, Hisomaso presenta un arte minimalista casi caricaturesco logrando unos niveles de expresividad elevados en sus personajes, siendo contrastado al detalle en la ambientación de paisajes, construcciones y naves militares. La paleta de colores presenta tonalidades vivas y resaltantes, con bastante atención a las sombras y al uso de colores sólidos. Este estilo visual es muy inusual y distinguible en comparación a lo que solemos ver en otras series de anime contemporáneas, para algunos puede resultar repelente por no verse como algo típico en la industria, y en verdad creo que eso es lo que también le da un valor extra, al apostar por un diseño original y creativo la diversidad de arte en la industria no se ve estancada.



 El arte sonoro en general es excelente. La banda sonora presenta temas instrumentales armoniosos, aplicados efectivamente para cada situación que transmitía una sensación diferente. Entre los más destacables está el ending, cada episodio tuvo una versión distinta (cantada por distintas seiyus del anime) del clásico tema francés de “Le temps de la rentrée” de France Gall. Y personalmente “Shoujo wa Ano Sora wo Wataru” es mi tema favorito, este opening también tiene versiones distintas, y lo resaltante está en el cambio de letras que describen y están ligadas estrechamente con el desarrollo que Hisone presenta durante la historia.

Hisomaso, contrariamente a lo que uno esperaría al comienzo, no se trata de una historia enfocada en la acción o los combates aéreos. El pilotaje de los dragones es una hermosa metáfora de superación personal. Aprender a conducir al dragón básicamente es conducir la vida misma, afrontando problemas y dificultades emocionales, incluido el amor. La historia inicialmente no presenta un rumbo aparente, ya que por momentos podría ser tomada como un slice of life de comedia con toques de drama, que en lo personal disfruté mucho. Luego, esto varía, entrando al arco final de la serie, se concreta una misión final para las pilotos, aquí el drama se hace notar por sobre lo demás.

Conclusión
Hisomaso representa muchas cosas por valorar, tanto en el nivel de producción como en el guión hay un gran trabajo de por medio, pero la manera en que es tratada, no es para todos. El exceso de drama y la manera abrupta en cómo termina su historia se hace algo difícil de digerir, y la manera absurda en la que esto es tratado, también. Aun así, tanto en la manera de cómo son presentados sus personajes y el apartado artístico, tanto sonoro como visual, es muy disfrutable, y por ello la recomiendo. Esta es de esas obras que aparecen cada cierto tiempo y escasean mucho al arriesgarse a tomar un rumbo distinto de lo que suele verse en el estándar de animación japonesa actual, que comúnmente se encuentran bajo el radar y que deberían tener más repercusión y exposición al espectador.


Nota personal:
7.5/10

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