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- Reseña: Kaiji
Escrita por:
Unknown
INTRODUCCIÓN
Digan lo que quieran respecto a MadHouse, pero al menos han tenido una filosofía en su departamento de producción que va más allá de simplemente complacer a los otakus japoneses. Son un estudio lleno de gente dispuesta a innovar, sin temor al fracaso comercial y con el sincero deseo de elevar piezas de literatura a través de la animación. O por lo menos esto era así hasta que Maruyama dejó el estudio para fundar Mappa, dejando a la gente con visión artística a la deriva y en manos de un puñado de empresarios sin alma que sólo quieren hacer dinero, pero me estoy desviando.
Fue justamente esta línea de pensamiento la que llevó al estudio a adaptar Kaiji, un exitoso manga seinen lleno de suspenso, drama, narices puntiagudas, y juegos psicológicos, pero sin elementos que pudiesen volverlo remotamente comercial como peleas ganadas por el poder del amor y mierda. Esta misma carencia de posibilidad de marketing hizo que ambas temporadas del anime fuesen un fracaso en ventas. No era la primera vez que un thriller psicológico adaptado de un manga seinen fracasaba miserablemente, pero considero que enojarse con MadHouse porque no continuaron la serie es ser un poco malagradecido.
Como sea, Ultimate Survivor Kaiji es, como dije antes, una adaptación del manga seinen homónimo escrito por Nobuyuki Fukumoto, que fue dirigida por Yuzo Sato. Kaiji es un muchacho que se dedica a asaltar automóviles y holgazanear todo el día. La trama del anime pasa por el hecho de que nuestro protagonista está tapado de deudas, y debe participar en varios juegos de apuesta para conseguir el dinero suficiente o morir. Sí, la premisa tiene más detalles y es un poco más enredada de lo que la hago parecer, pero para el objetivo de esta reseña eso no importa. Deudas, juegos de apuestas para resolverlas, y peligro de morir, esos son todos los vehículos argumentales que utiliza la serie.
PRODUCCIÓN
El anime no es nada sorprendente en cuanto al apartado técnico se refiere, de hecho el movimiento es bastante mediocre, y el dibujo pierde muchísimo detalle cuando la cámara se aleja. Hay, además, cierta propensión a reutilizar cuadros, usar un CGI deficiente, líneas de velocidad e imágenes estáticas. A pesar de ello, Kaiji tiene una potencia visual que pocas veces se ve en el medio. Primero que nada los diseños de personajes son muy originales, y separan a la serie de cualquier otra cosa, además de que están muy bien hechos, con detalles y sombras preciosas. A eso se le suma una paleta de colores hermosamente variada, que sirve para darle personalidad a los personajes y a las escenas, así como para separar los arcos de la historia bajo un criterio estético. Y finalmente un uso de efectos alocado para darle más fuerza a las situaciones de suspenso y hacer al apartado visual más llamativo y atrapante, usando muy divertidas metáforas visuales. La serie claramente tiene la pretensión de poseer una estética personal que le permita identificarse y separarse del resto de los animes, lo cual es muy loable en una época donde todo parece ser adolescentes andróginos con pelucas robadas de un circo. Pero además Kaiji quiere elevar la historia original a través de una adaptación animada, por lo que toda esa potencia visual de colores, efectos, luces y trucos de cámara realmente separan una pieza de otra, y aportan algo además de ser simplemente el medio artístico. Una muy orgánica combinación de guión y presentación, aunque empalidece en comparación de cosas como Haibane Renmei o The Tatami Galaxy.
La banda sonora es una bolsa mixta, con algunas piezas muy buenas y otras apenas memorables, pero en general puedo decir que Hideki Taniuchi, hizo un buen trabajo. Los actores de voz también hicieron un buen trabajo y es maravilloso la cantidad de emoción y energía que esta gente puso en los diálogos, y en los distintos discursos que hay repartidos a lo largo del anime.
HISTORIA Y PERSONAJES
La serie está dividida en cinco arcos repartidos entre dos temporadas, y son arcos separados de forma muy tajante, cada uno explorando nuevas formas de contar la historia, llevar adelante la trama y trabajar a los personajes. Si bien la estructura le da variedad al conjunto de la historia, en estos casos siempre ocurre que un arco es sumamente divertido y otro...no tanto. Les voy a ahorrar las decepciones, el primer arco es por mucho el mejor de la serie. El juego en el que participa el protagonista es de reglas simples, pero al mismo tiempo da lugar a muchísimas variantes intrincadas que crean situaciones llenas de tensión, drama y suspenso. Pero la clave yace en que estos elementos jamás se sienten forzados, ni melosos, ni aplicados fuera de proporción. Las soluciones que encuentra Kaiji para salir de los problemas son muy inteligentes, y no caen en conveniencias o deus ex machina, haciendo que todo se sienta más natural. En definitiva, es un arco lleno de emoción que lo lleva a uno por un torbellino cargado con adrenalina, tensión y explosiones emocionales muy conmovedoras, que resulta sumamente divertido.
Después de eso, el anime se viene a la deriva y los otros cuatro arcos luchan por alcanzar el nivel que tenía el anime en un principio. Los juegos pierden esa sencillez que daba lugar a infinitas variables, las soluciones se vuelven más exageradas y menos creíbles, y los elementos psicológicos pierden lugar en favor de resoluciones diseñadas a través de trampas físicas, y bastante ridículas déjenme aclarar. Lo que no quiere decir que la serie deje de ser divertida con su enorme carga emocional y potencia audiovisual, pero no puedo evitar sentirme decepcionado cuando el inicio es fantástico y lo demás es solamente bueno. El cuarto arco es el que más se acerca al nivel del primero. El tercero y el quinto sufren mucho por tener juegos excesivamente complejos, con soluciones demasiado exageradas para su propio bien. Y el segundo arco es muy mediocre. El juego es patético, el drama y la tensión forzados, y la solución está sacado del culo, o más probable, de la enorme nariz de Kaiji.
Se imaginarán que esta diferencia de calidad entre arcos es una patada al ritmo general de la serie. Pero como dije, no por eso deja de ser un anime divertido, y para bien o para mal tiene variedad en su desarrollo.
Tampoco hay mucha profundidad temática. Si bien la serie nos habla constantemente sobre el estilo de vida occidental, la naturaleza del ser humano y las relaciones entre las personas, en una serie de discursos de corte sospechosamente comunista, no puedo evitar sentir que se queda corta en todos los temas y los trata superficialmente. Pero no es algo por lo que valga perder la nariz, pues el foco de la historia son las distintas apuestas y lo que se juegan los personajes en cada una de ellas.
Hace unos momentos dije que era una mala actitud el quejarse con MadHouse por no haber continuado con la historia, y desgraciadamente Kaiji es una adaptación incompleta, producto del fracaso comercial que fue. El final no es horrible, y da cierta satisfacción pues el protagonista logró algo al menos, pero siempre es un golpe cuando una serie no cierra completamente con la trama principal.
Respecto a los personajes pues no son para tirar fuegos artificiales. Estamos hablando de un cast muy querible y carismático, pero a la vez sumamente unidimensional. Nuestro protagonista, Itou Kaiji, es muy simpático y resulta sencillo sentir empatía por él. Uno realmente se preocupa por todo lo que le pasa y desea verlo triunfar, pues es el representante de la justicia y el bien, en un mundo dominado por organizaciones criminales, llenas de gente sin escrúpulos y grandes narices. Además no es una Gary Stu, y de hecho las cosas no siempre salen como Kaiji las planea. Algunos reveces en su fortuna son dolorosos para el espectador si realmente adquirió aprecio por el personaje, lo que no es muy difícil. Particularmente al final de la primera temporada me encontré a mismo gritando abrazado a la pantalla. Aún así, Kaiji no chorrea complejidad ni es un personaje con una personalidad muy interesante más allá de ser un hombre bueno, piadoso, incrédulo y muy inteligente. En relación a los villanos, pues parece que se guardaron sus respectivas motivaciones en el culo, pues todos son ridículamente malvados sin una explicación apropiada. El viejo jefe de la mafia, particularmente, es difícil tomárselo en serio pues está en ese nivel de locura que suelen adoptar los personajes en cosas como Mirai Nikki para shockear a los adolescentes. Los aliados de Kaiji están en la misma línea que los villanos. El anime intenta con todas sus fuerzas que simpaticemos con ellos y sus problemas, pero van y vienen como los compañeros sexuales de tu mamá, por lo que nunca terminamos de conectar con ninguno en particular. Y el narrador puede ponerse muy molesto con su comedia basada en remarcar lo obvio una y otra vez. Eso no funciona en JoJo’s, no funciona en Kill la Kill, y no funciona acá tampoco. En el conjunto, los personajes son carismáticos y añaden mucho al factor entretenimiento, pero metan a un personaje de cualquiera de las obras de Shakespeare y va a brillar por su personalidad como un diamante enterrado en mierda.
El diálogo crea este raro escenario, por ser tan exagerado, de supuesto realismo en el que los personajes deben usar la lógica e inteligencia para resolver situaciones de forma racional, pero hablan de una forma horriblemente antinatural. Es un guión sumamente meloso que contrasta muy fuertemente con la idea general de la serie. Sin embargo, hace juego con la potencia visual del dibujo, los colores y los efectos, pues si la serie se ve colorida y un tanto ridícula entonces tiene mucho sentido que los personajes hablen de forma acorde a ello.
CONCLUSIÓN
Al final del día Ultimate Survivor Kaiji es un anime divertido, con un buen apartado audiovisual, drama bien construido, tensión bien manejada, y personajes carismáticos. Con una estructura narrativa capaz de sostener a la serie al mismo tiempo que la lleva delante de forma entretenida sin dejar atrás los elementos más importantes, y que es capaz de huir de muchos de los clichés propios del medio. No hay fanservice, ni arquetipos femeninos, ni adolescentes derrotando a Dios con el poder de la amistad. Tal vez no sea nada más que diversión ridícula, y suspenso sin mucha profundidad pero no por eso deja de ser uno de los thrillers psicológicos más atrapantes que ha dado la animación japonesa.
Hmm, me agrada ver una reseña de Kaiji que mencione aspectos negativos de ella y no le tire flores el 99% del tiempo .
ResponderEliminar¿Cómo va a haber arquetipos femeninos si no aparecen mujeres acá?
Y concuerdo en algunos aspectos contigo, pero estoy en desacuerdo con otros (especialmente lo de los personajes "carismáticos". Habiendo visto esta y Akagi (y reseñado la última) me doy cuenta que ambas series tienen los mismos problemas, partiendo por abusar del componente psicológico y tratar de ser "épicas" a la mala. Y el narrador no me pareció malo; el problema es que resulta redundante ver las metáforas visuales y oír a aquel mencionando lo que aparece en ellas.
Y sobre Kaiji, algo mencioné sobre él en la reseña de Akagi, pero en general ambos protas no son muy atrayentes para un espectador común, según yo.
En síntesis, me pareció decente. Pudo ser mejor.
Buena reseña.